Amigas del Prado


Había una vez en un hermoso prado, una mariposa llamada Margarita y una conejita llamada Luna que eran muy amigas. Todos los días jugaban juntas, recorrían el prado y se divertían explorando cada rincón.

Un día, mientras jugaban cerca de un arroyo, escucharon un suave llanto. Se acercaron con curiosidad y descubrieron a un pajarito que se había caído del nido.

La mariposa Margarita sugirió llevarlo al nido para que sus padres lo cuidaran, pero la conejita Luna tenía miedo de no saber cómo hacerlo. "Tranquila Luna, juntas podemos lograrlo", dijo Margarita con una sonrisa.

Decidieron trabajar en equipo: la mariposa volaba por encima guiando el camino, mientras la conejita cargaba al pajarito con cuidado en sus patitas. Después de un largo viaje llegaron al árbol donde estaba el nido y colocaron al pajarito junto a sus hermanitos. Los padres pájaros regresaron y agradecieron a las amigas por su ayuda.

Desde ese día, Margarita y Luna se convirtieron en héroes del prado y todos los animales las admiraban por su valentía y solidaridad. Pero su aventura no había terminado aún.

Una noche, cuando el viento soplaba fuerte y oscurecía el cielo, escucharon maullidos desesperados cerca del bosque. Sin dudarlo, corrieron hacia allí y encontraron a un gatito atrapado entre ramas espinosas. "¡Ayúdame por favor!", maullaba el gatito asustado.

Margarita recordó cómo habían ayudado al pajarito y propuso liberar al gatito trabajando juntas nuevamente. Con mucho esfuerzo lograron sacarlo de ahí sin lastimarse ni asustarlo más. El gatito les dio las gracias emocionado y les prometió ser su amigo para siempre.

Desde ese día, los tres amigos exploraban juntos el prado, aprendiendo unos de otros sobre solidaridad, valentía y trabajo en equipo.

Y así fue como Margarita la mariposa, Luna la conejita y Gatito se convirtieron en los mejores amigos del prado; demostrando que cuando trabajamos juntos podemos superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.

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