Amigas Verdaderas
Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Era una niña muy curiosa, siempre quería saber más sobre todo lo que la rodeaba.
Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró una pequeña figura de La Virgen María. Sofía no sabía mucho sobre La Virgen María, pero sintió algo especial al verla. Decidió llevarla a casa y colocarla en su habitación junto a su cama.
Esa noche, antes de dormir, Sofía miró la figura de La Virgen María y le dijo:- Hola, ¿cómo estás? No sé mucho sobre ti, pero me siento bien cuando te miro. Y así comenzó su relación con La Virgen María.
Todas las noches antes de dormir hablaba con ella y le contaba cómo había sido su día. Con el tiempo, Sofía se dio cuenta de que hablar con La Virgen María la hacía sentir mejor.
Un día llegaron nuevas vecinas al pueblo: dos niñas llamadas Ana y Valentina. Sofía estaba emocionada por tener nuevas amigas para jugar y aprender cosas nuevas juntas.
Pero pronto descubrió que Ana y Valentina eran muy diferentes a ella: les gustaba burlarse de los demás y hacer travesuras malintencionadas. Sofía trató de ignorarlas al principio, pero cada vez era más difícil estar cerca de ellas sin sentirse incómoda.
Una noche, después de un día difícil en el colegio debido a las travesuras de Ana y Valentina, Sofía decidió hablar con La Virgen María:- No sé qué hacer -le dijo-. Las nuevas amigas son divertidas, pero también son muy malas con los demás. No quiero ser como ellas, pero tampoco quiero quedarme sola.
De repente, Sofía sintió una calidez en su corazón y supo que La Virgen María estaba allí con ella. Le habló en su mente:- Sofía, tú eres una niña buena y amable.
No tienes por qué seguir a las malas influencias para tener amigos. Siempre hay personas buenas en el mundo que se convertirán en tus amigos verdaderos. Sofía entendió lo que La Virgen María le había dicho y decidió alejarse de Ana y Valentina.
A pesar de sentirse sola al principio, pronto descubrió que había otros niños buenos en el colegio que apreciaban su amistad. Con el tiempo, Sofía se hizo amiga de una niña llamada Martina, quien era tan curiosa e interesada como ella.
Juntas exploraron el bosque detrás del pueblo y aprendieron sobre la naturaleza.
Y así fue como La Virgen María tuvo un impacto positivo en la vida de Sofía: le ayudó a encontrar el camino correcto cuando se sentía perdida y le recordó que siempre hay bondad en el mundo esperando ser encontrada.
FIN.