Amigos comprometidos
En un soleado día de primavera, Lucas y Victoria se encontraban jugando en el parque cerca de sus casas.
Mientras correteaban por el pasto y se columpiaban, Lucas le preguntó a Victoria:- ¿Sabes cuáles son nuestros derechos como niños, Vicky? Victoria frunció el ceño pensativa y respondió: - Creo que tenemos derecho a ser protegidos, educados y a jugar. Lucas asintió emocionado:- ¡Exacto! También tenemos derecho a expresar nuestras opiniones y ser escuchados.
Pero no solo tenemos derechos, también debemos cumplir con nuestros deberes. Victoria levantó una ceja curiosa:- ¿Cuáles son nuestros deberes entonces? Lucas se rascó la cabeza antes de contestar:- Debemos respetar a los demás, ayudar en casa, estudiar y cuidar nuestro entorno.
Victoria sonrió satisfecha con la respuesta de su amigo:- Entonces, si cumplimos con nuestros deberes y ejercemos nuestros derechos, podemos ser mejores personas. Decidieron poner en práctica lo aprendido y juntos idearon un plan para llevar estos valores a su vida diaria.
En primer lugar, acordaron ayudar más en casa sin quejarse. Barrerían sus habitaciones, pondrían la mesa para la cena y colaborarían con las tareas domésticas.
En la escuela, decidieron ser amables con todos sus compañeros y no permitirían el bullying en ninguna circunstancia. Se comprometieron a estudiar más para aprender cosas nuevas cada día y respetar las ideas de los demás durante las clases. Pero su misión no terminaba ahí.
Querían llevar estos valores a la sociedad también. Decidieron organizar una campaña para limpiar el parque donde solían jugar.
Invitaron a otros niños del barrio a unirse y juntos recogieron basura, plantaron flores y crearon carteles para concientizar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Con el tiempo, Lucas y Victoria se convirtieron en ejemplo para otros niños al demostrar que es posible cambiar el mundo empezando por uno mismo.
Su amistad se fortaleció aún más gracias a los valores compartidos y juntos descubrieron que cuando se trabaja en equipo por un bien común, todo es posible.
Y así fue como Lucas y Victoria entendieron que los derechos van de la mano con los deberes; que al ejercer unos responsabilidades correctamente estamos garantizando un futuro mejor para todos. Y así continuaron su camino sembrando amor, respeto e igualdad allá donde iban.
FIN.