Amigos de la paz



Había una vez en la ciudad de Bolívar, un grupo de amigos muy especiales. Ellos eran hinchas del Club Atlético KDT y siempre iban juntos a alentar a su equipo favorito. Pero un día, algo inesperado sucedió.

El partido entre el Club Atlético KDT y el Independiente de Bolívar se estaba poniendo muy emocionante. Los jugadores se esforzaban al máximo y los hinchas estaban llenos de energía.

Sin embargo, en medio del partido, comenzaron a surgir tensiones entre las dos barras bravas. Los ánimos se calentaron tanto que la situación rápidamente se salió de control. La batalla campal entre los hinchas del Club Atlético KDT y los del Independiente de Bolívar parecía imparable.

Los amigos se encontraron en medio del caos, pero en lugar de unirse a la pelea, decidieron hacer algo diferente. Uno de ellos llamado Martín dijo: "¡Alto! ¡Esto no tiene sentido! Somos amigos y amamos el fútbol".

Sus palabras resonaron entre los demás, quienes poco a poco fueron dejando sus diferencias atrás. Lucía agregó: "Tenemos que recordar por qué estamos aquí: para disfrutar del deporte que amamos y apoyar a nuestros equipos sin violencia".

Los demás asintieron con la cabeza mientras miraban con tristeza cómo otros continuaban peleando sin razón alguna. Decididos a cambiar el rumbo de las cosas, Martín propuso una idea: "Vamos a formar un círculo alrededor de ellos para protegerlos hasta que la policía llegue".

Sin pensarlo dos veces, los amigos se tomaron de las manos y rodearon a los hinchas que aún estaban peleando. Al ver su gesto de solidaridad, algunos de ellos dejaron de luchar y comenzaron a mirar con asombro.

En ese momento, un niño llamado Juanito se acercó tímidamente al círculo y preguntó: "¿Por qué están haciendo esto?". Martín le respondió amablemente: "Porque creemos en la paz y la amistad".

El pequeño Juanito reflexionó sobre esas palabras mientras miraba a su alrededor. Vio a hombres grandes peleando por algo tan insignificante como un partido de fútbol y decidió hacer algo valiente.

Juanito se acercó a uno de los hinchas más enojados del Independiente de Bolívar y le dijo: "¿Sabes qué? No vale la pena pelear. El fútbol es solo un juego, pero la amistad es lo más importante". El hincha quedó sorprendido por las palabras del niño y poco a poco fue bajando su nivel de agresividad.

Otros hinchas también escucharon las palabras inspiradoras del pequeño Juanito y comenzaron a reconsiderar sus acciones. Finalmente, llegó la policía para detener el enfrentamiento. Los amigos soltaron sus manos lentamente mientras veían cómo los hinchas se alejaban pacíficamente.

Desde aquel día, el Club Atlético KDT y el Independiente de Bolívar decidieron dejar atrás las rivalidades violentas e iniciar una nueva tradición: organizar partidos amistosos entre ellos para demostrar que el fútbol puede ser una herramienta para unir a las personas.

Los amigos, junto con Juanito, se convirtieron en embajadores de la paz y la amistad en el fútbol.

A partir de ese momento, cada vez que había un conflicto entre hinchas, ellos recordaban la importancia de respetar al otro y disfrutar del deporte sin violencia. Y así, gracias a su valentía y determinación para hacer lo correcto, lograron cambiar una batalla campal por un encuentro lleno de camaradería y alegría.

FIN.

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