Amigos de la Selva



Había una vez en la selva un grupo de animales muy especiales. Había un león llamado Leopoldo, una jirafa llamada Julieta, un mono llamado Marcelo y una tortuga llamada Teresa.

Todos ellos eran amigos y vivían juntos en armonía. Un día, mientras paseaban por la selva, se encontraron con un grupo de niños de segundo grado que estaban haciendo una excursión. Los niños estaban emocionados al ver a los animales tan cerca y comenzaron a hacerles preguntas.

"¿Cómo es ser el rey de la selva?" -preguntó uno de los niños a Leopoldo. El león sonrió y respondió: "Ser el rey de la selva implica mucha responsabilidad.

Debo cuidar a todos los animales y asegurarme de que haya suficiente comida para todos". Los niños asintieron con admiración y luego se acercaron a Julieta, la jirafa. "¿Cómo es tener un cuello tan largo?" -preguntó otro niño curioso.

Julieta rió amablemente y explicó: "Mi cuello largo me permite alcanzar las hojas más altas de los árboles para alimentarme. También puedo ver cosas que otros animales no pueden desde lo alto". Los ojos de los niños se iluminaron mientras escuchaban atentos las palabras de Julieta.

Luego se dirigieron hacia Marcelo el mono. "¿Qué haces todo el día?"-preguntaron emocionados. Marcelo saltó entre las ramas del árbol donde estaba sentado y contestó: "Me divierto jugando con mis amigos monos, saltando entre los árboles y buscando frutas deliciosas".

Los niños se rieron y aplaudieron, fascinados con las habilidades de Marcelo. Por último, se acercaron a Teresa la tortuga. "¿Cómo es ser tan lenta?" -preguntó uno de los niños con curiosidad.

Teresa sonrió y respondió: "Ser lenta me permite disfrutar más del paisaje que me rodea. Puedo observar cada detalle en mi camino y siempre llego a donde quiero ir, aunque tarde un poco más". Los niños asintieron comprendiendo lo que Teresa les había enseñado.

Después de pasar un rato maravilloso juntos, el grupo decidió separarse pero prometieron mantenerse en contacto.

A partir de ese día, los animales visitaban la escuela regularmente para enseñarle a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a todos los seres vivos. Los niños aprendían sobre el reino animal mientras jugaban y se divertían junto a sus nuevos amigos animals.

Con el tiempo, Leopoldo, Julieta, Marcelo y Teresa se dieron cuenta de que no solo habían enseñado algo valioso a los niños, sino que también habían aprendido mucho de ellos. Aprendieron sobre amistad, inocencia y cómo ver el mundo con ojos llenos de asombro.

Y así fue como esta increíble amistad entre animales salvajes y estudiantes comenzó a crecer cada día más fuerte. Juntos demostraron al mundo que todos somos diferentes pero igualmente valiosos. Fin

FIN.

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