Amigos de Otros Mundos


Había una vez en un planeta lejano llamado DinoTierra, un amigable dinosaurio llamado Rex que vivía feliz entre árboles frondosos y ríos cristalinos. Un día, mientras paseaba por el bosque, vio algo brillante caer del cielo.

Era un platillo volador que había aterrizado cerca de donde se encontraba. Rex se acercó con curiosidad y vio salir de la nave a un pequeño alienígena verde con grandes ojos negros.

- ¡Hola! Soy Zog, ¿tú quién eres? -preguntó el alienígena con entusiasmo. Rex miró sorprendido al extraterrestre y respondió amablemente:- ¡Hola Zog! Yo soy Rex, un dinosaurio que vive aquí en DinoTierra.

¿De dónde vienes? Zog explicó que venía de un planeta muy lejano en busca de nuevas formas de vida para estudiar y aprender sobre ellas. Rex, emocionado por conocer a alguien tan diferente a él, decidió mostrarle su hogar y enseñarle todo sobre los dinosaurios y su forma de vida.

Durante días, Rex y Zog exploraron juntos la selva, nadaron en el río e incluso jugaron carreras entre los árboles.

A pesar de sus diferencias físicas, descubrieron que tenían muchas cosas en común: les gustaba disfrutar del aire libre, aprender cosas nuevas y hacer nuevos amigos. Un día, mientras caminaban por la montaña más alta de DinoTierra, escucharon un fuerte rugido proveniente de una cueva oscura. Intrigados, decidieron investigar y descubrieron que dentro estaba atrapado un T-Rex gigante y furioso.

- ¡Tenemos que ayudarlo! -exclamó Rex preocupado. Zog sacó una herramienta especial de su nave espacial y juntos lograron liberar al T-Rex sin causarle daño alguno.

El enorme dinosaurio los miró con gratitud y les dio las gracias antes de alejarse pacíficamente por el bosque. - ¡Lo logramos! ¡Somos un gran equipo! -dijo Zog emocionado. Rex asintió sonriendo y agregó:- Sí, demostramos que juntos podemos superar cualquier desafío si trabajamos en equipo y nos respetamos mutuamente.

Desde ese día, Rex y Zog se convirtieron en grandes amigos inseparables. El alienígena decidió quedarse en DinoTierra para seguir aprendiendo junto a su amigo dinosaurio sobre la importancia del compañerismo, la amistad y el cuidado del medio ambiente.

Y así fue como esta inusual pareja demostró que la verdadera magia radica en aceptar nuestras diferencias e trabajar juntos para construir un mundo mejor para todos los seres vivos en DinoTierra.

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