Amigos de señas en la escuela



En un soleado día de marzo, Zahira, Sofia, Santino y Bautista llegaron emocionados a su primer día de clases en la Escuela Primaria "Rayitos de Sol".

Todos ellos eran estudiantes sordos que se comunicaban utilizando la lengua de señas argentina. La Maestra Alba los recibió con una cálida sonrisa y les pidió que se presentaran y compartieran sus gustos personales y deseos para el nuevo año escolar.

Zahira fue la primera en levantar la mano, emocionada por compartir con sus nuevos amigos. Con sus manos ágiles, comenzó a expresarse: "-Hola, me llamo Zahira. Me encanta dibujar y quiero aprender muchas cosas nuevas este año.

"Sofía asintió con entusiasmo y tomó su turno para presentarse: "-Yo soy Sofía. Me gusta mucho leer cuentos y espero hacer muchos amigos aquí. "Santino miró a sus compañeros con alegría antes de hablar: "-Hola, soy Santino.

Me apasiona la música y sueño con formar parte de un coro algún día. "Bautista hizo una reverencia divertida antes de decir: "-¡Hola a todos! Soy Bautista. Me fascina jugar al fútbol y quiero mejorar mis habilidades en matemáticas este año.

"La Maestra Alba los felicitó por compartir sus intereses y les aseguró que juntos harían un gran equipo durante el año escolar. Les propuso trabajar en proyectos creativos que combinaran sus pasiones e intereses para aprender juntos de una manera divertida.

Durante las siguientes semanas, los cuatro amigos trabajaron juntos en proyectos donde podían dibujar, leer cuentos relacionados con la música, organizar partidos de fútbol para aplicar conceptos matemáticos básicos e incluso crear canciones en lengua de señas.

Un día, mientras estaban reunidos en el patio de la escuela practicando su canción en lengua de señas sobre la importancia del trabajo en equipo, vieron a algunos compañeros peleando cerca.

Sin dudarlo, se acercaron usando su lenguaje corporal para calmar la situación e invitar a todos a unirse a su grupo para cantar juntos. Los demás estudiantes se sintieron inspirados por la actitud positiva y solidaria de Zahira, Sofía, Santino y Bautista. Pronto se sumaron al coro improvisado uniéndose en armonía mediante gestos llenos de empatía.

Al final del día, la Maestra Alba observaba orgullosa cómo sus alumnos habían logrado no solo expresar sus gustos personales y deseos sino también construir amistades sólidas basadas en el respeto mutuo y el trabajo colaborativo.

Desde ese momento en adelante, Zahira, Sofía, Santino Bautista junto con sus compañeros disfrutaron cada día aprendiendo juntos mientras exploraban nuevas formas creativas e inclusivas gracias al poder transformador del lenguaje de señas argentino.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!