Amigos de Verdad



Había una vez en una escuela muy colorida y alegre, llegó una niña nueva llamada Sofía.

Desde el momento en que puso un pie en el patio del colegio, sintió un nudo en la garganta y su corazón latía tan fuerte que parecía querer salirse de su pecho. Sofía era tímida y le costaba hacer amigos, por lo que se quedaba siempre sola en un rincón observando a los demás niños jugar y reír juntos.

Las primeras semanas fueron difíciles para ella, se sentía perdida y triste. Un día, mientras estaba sentada en una banca del patio durante el recreo, escuchó risas detrás suyo.

Se dio vuelta lentamente y vio a dos niñas de su curso mirándola con curiosidad. Eran Martina y Valentina, las gemelas más populares de la escuela. "Hola ¿Cómo te llamas?" - preguntó Martina con una sonrisa amigable. "Yo soy Sofía" - respondió tímidamente la niña nueva.

"¿Quieres jugar con nosotras al escondite?" - propuso Valentina emocionada. Sofía no podía creerlo, ¡las gemelas más populares querían jugar con ella! Asintió con la cabeza nerviosa pero felizmente sorprendida.

Jugaron juntas todo el recreo y Sofía se divirtió como nunca antes lo había hecho desde que llegó a esa escuela. A partir de ese día, las tres niñas se volvieron inseparables. Martina y Valentina le presentaron a sus amigos y poco a poco Sofía fue integrándose al grupo.

Ya no se sentía sola ni triste, ahora tenía personas con quienes compartir momentos divertidos y especiales. Pero un día todo cambió cuando llegó al colegio un nuevo chico llamado Tomás.

Era simpático e inteligente, rápidamente se convirtió en el centro de atención de todos los niños incluyendo Martina y Valentina. Sofía empezó a notar cómo sus amigas pasaban más tiempo con Tomás que con ella, sintiendo nuevamente esa sensación de soledad que pensaba haber dejado atrás.

Una tarde después de clases, Martina y Valentina invitaron a Tomás a ir al parque sin incluir a Sofía en la salida. La niña nueva se sintió desplazada e invisible ante los ojos de sus amigas.

Corrió hasta el baño para ocultar las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas. En ese momento apareció Clara, una compañera de curso silenciosa pero muy observadora que había notado cómo estaba actuando Sofía últimamente.

"¿Estás bien?" - preguntó Clara preocupada. Sofia limpiando sus lagrimas respondió: "No me siento bien Clara... me siento sola otra vez". Clara le ofreció pañuelos de papel para secarse las lágrimas y le dijo:"No estés triste Sofi...

a veces uno necesita estar solo para darse cuenta quiénes realmente están ahí para apoyarnos". "Pero mis amigas ya no quieren pasar tiempo conmigo" - dijo sofia aún sollozando. "Tal vez solo necesitas hablar sinceramente con ellas sobre cómo te sientes" sugirió Clara.

Con esas palabras resonando en su mente como campanadas claras; Sofia decidió seguir el consejo de Clara e invitó a Martina, Valentina Y Tomas charlar luego del recreo. Allí les expresò honestamentecómo habìa sentido excluirse ellos ultimante.

Martina, Valentina Y Tomas sorprendidos pidieron disculpas prometiendo pasar màs tiempo juntos. A partirde allì, Sofia comprendiòla importancia dela comunicaciòn abiertay sincera entre amigos. Y supo valorar aun màs aquella relaciòn especialque tenìaconClara quien siempreestuvo allipara apoyarlay tenderleuna mano cuandomàs lodesearaaunque fueraen silencio.

Desde entonces, Sofia aprendiòaque verdaderosamigosson aquellosquenos aceptan tal comosomosy estàn ahìpara nosotroscuandonelos necesitamos. Durante esos años escolares, ellaformÒun grupode amigos solidariosy comprensivosquelaacompañaronen cadaaventura yen cada desafío quelavidale presentaba. Hasta hoy, Sofiaseguirecordandolaimportanciade ser autènticay leal consus seresqueridosvalorandocadapersonaqueforma partede su vidacon amor, respetoy gratitud.

FIN.

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