Amigos del bosque



Había una vez en un bosque encantado, una ardilla llamada Manchitas. Manchitas era muy traviesa y siempre estaba buscando aventuras nuevas para vivir.

Un día, mientras saltaba de rama en rama, escuchó unos llantos provenientes de un árbol cercano. - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? -preguntó Manchitas acercándose al árbol. De entre las ramas del árbol asomó su carita un pajarito azul llamado Pichón.

- ¡Ayuda! No puedo volar, me caí del nido y ahora no sé cómo volver -dijo Pichón sollozando. Manchitas, conmovida por la tristeza de Pichón, decidió ayudarlo. Con mucho cuidado lo tomó en sus patitas y lo llevó hasta el nido en lo alto del árbol.

Pichón se reencontró con su familia y agradeció a Manchitas por su generosidad. A partir de ese día, Manchitas y Pichón se convirtieron en grandes amigos. Juntos recorrían el bosque ayudando a los animales que lo necesitaban.

Un día, se encontraron con Lunita, una luciérnaga que había perdido su luz. - ¡Oh no! Sin mi luz no podré iluminar el camino a casa esta noche -se lamentaba Lunita. Manchitas y Pichón intercambiaron miradas cómplices y decidieron ayudarla.

Buscaron por todo el bosque hasta encontrar una planta mágica que devolvía la luz a quien la necesitara. Lunita recuperó su brillo y les dio las gracias emocionada.

La fama de la solidaridad de Manchitas y Pichón se extendió por todo el bosque, llegando incluso a oídos del viejo búho Sabio. Este último decidió ponerlos a prueba y les contó sobre un zorrito herido que necesitaba ayuda urgente al otro lado del río peligroso.

Sin dudarlo, Manchitas y Pichón idearon un plan para cruzar el río: construirían juntos un puente con ramas y hojas para llegar al otro lado de manera segura.

El trabajo en equipo dio sus frutos cuando lograron llevar al zorrito herido hasta la madriguera donde sería curado por la mamá zorra. El viejo búho Sabio felicitó a los amigos por su valentía, solidaridad y trabajo en equipo.

A partir de ese momento, Manchitas, Pichón y todos los animales del bosque aprendieron que juntos podían superar cualquier obstáculo que se les presentara si trabajaban unidos con amor y generosidad en sus corazones.

FIN.

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