Amigos del circo

Un día soleado de verano, Máximo, Amir y Milton paseaban por el barrio El Cabildo buscando algo emocionante que hacer. De repente, vieron un cartel en la calle que anunciaba un circo asombroso. -¡Miren! ¡Un circo! -exclamó Máximo-.

¿Quieren ir? -Sí, sí, sí -respondieron Amir y Milton al unísono. Los tres amigos corrieron hacia el circo con mucha emoción. Cuando llegaron allí, se encontraron rodeados de gente que compraba boletos para entrar.

Pero ellos no tenían dinero suficiente para comprar los suyos. -¿Qué haremos ahora? -preguntó tristemente Milton. Pero la respuesta llegó rápidamente cuando una mujer mayor les ofreció tres boletos gratis para entrar al circo.

Los chicos no podían creer su suerte y agradecieron a la mujer con una gran sonrisa en sus rostros.

Cuando entraron al circo, quedaron maravillados por todo lo que veían: animales exóticos como leones y tigres, acróbatas haciendo piruetas impresionantes en el aire e incluso un hombre lanzándose desde una catapulta gigante hacia una piscina llena de agua. Después de ver varios actos increíbles, los chicos decidieron dar un paseo por las atracciones del circo.

Fue entonces cuando notaron algo extraño: uno de los payasos estaba llorando detrás del escenario. -¿Qué pasa? ¿Por qué estás triste? -preguntó Máximo preocupado. -Es que mi perro se escapó y no sé qué hacer para encontrarlo -respondió el payaso con lágrimas en los ojos.

Los chicos decidieron ayudar al payaso a buscar a su perro. Buscaron por todos lados, debajo de los asientos, detrás de las carpas y finalmente lo encontraron escondido detrás del escenario.

El payaso estaba tan agradecido que les ofreció un show privado solo para ellos tres como recompensa por su ayuda. Los chicos se divirtieron muchísimo y disfrutaron del espectáculo exclusivo.

Al salir del circo, Máximo, Amir y Milton se sintieron muy felices por haber ayudado al payaso y por haber tenido la oportunidad de ver un circo tan asombroso. Aprendieron que siempre hay algo bueno que hacer cuando se tiene una actitud positiva y amable hacia los demás. Y así terminó su aventura en el circo asombroso.