Amigos del colegio Arcoíris


Había una vez en un colegio trilingüe llamado "Arcoíris de Sabiduría", donde los niños y niñas de todo el mundo se reunían para aprender juntos.

En este colegio, había tres amigos muy especiales: Mateo de Argentina, Emily de Estados Unidos y Akira de Japón. Un día, la maestra les propuso a los tres amigos un desafío emocionante. Les dijo: "Hoy vamos a realizar un proyecto muy especial.

Cada uno de ustedes tendrá que enseñar algo sobre su país a sus compañeros". Los ojos de Mateo, Emily y Akira se iluminaron de emoción ante la idea. Mateo decidió enseñarles a bailar tango a sus amigos.

Con pasión y gracia, les mostró cómo moverse al compás del bandoneón y los llevó en un viaje por las calles de Buenos Aires sin salir del salón. "¡Qué divertido es bailar tango! ¡Gracias, Mateo!" -exclamaron sus compañeros emocionados. Luego fue el turno de Emily.

Con entusiasmo, les habló sobre la historia de su país y les enseñó palabras en inglés mientras jugaban al fútbol americano en el patio del colegio.

"¡Wow! ¡Este juego es genial! ¡Gracias por enseñarnos tanto sobre tu cultura, Emily!" -gritaron los niños mientras corrían por el campo. Finalmente, llegó el turno de Akira. Con respeto y humildad, compartió con sus compañeros la ceremonia del té japonés y les enseñó a hacer origami con papel colorido.

"¡Qué bonitas son estas figuras! ¡Gracias por mostrarnos tu tradición japonesa, Akira!" -dijeron los niños maravillados mientras sostenían sus creaciones hechas a mano. Al final del día, los tres amigos se dieron cuenta de lo mucho que habían aprendido unos de otros.

Descubrieron que aunque venían de diferentes partes del mundo y hablaban distintos idiomas, tenían mucho en común: la amistad, el respeto por las culturas diversas y las ganas de aprender juntos. La maestra sonrió al verlos jugar y aprender con alegría.

Les dijo: "Ustedes tres han demostrado que la diversidad nos enriquece y nos hace más fuertes como comunidad. Sigamos celebrando nuestras diferencias y aprendiendo unos de otros".

Y así, Mateo, Emily y Akira siguieron siendo grandes amigos en "Arcoíris de Sabiduría", donde cada día era una aventura llena de descubrimientos e intercambio cultural entre risas y abrazos sinceros.

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