Amigos del Parque



¡Hola, yo me llamo Tomás! ¿Quieres jugar juntos en el parque? -preguntó Tomás con una sonrisa. Francisca asintió emocionada y juntos corrieron hacia el parque. En el camino, se encontraron con un pájaro herido en el suelo.

Francisca se acercó con cuidado y vio que tenía una alita lastimada. -¡Pobrecito! Debemos ayudarlo -dijo Francisca preocupada.

Tomás pensó por un momento y luego dijo: -Podríamos llevarlo a la veterinaria del barrio, seguro nos pueden decir qué hacer para que se recupere. Así lo hicieron. La veterinaria les explicó cómo cuidar al pájaro herido y les dio algunas indicaciones para que pudiera volar de nuevo pronto.

Los dos amigos siguieron visitando al pajarito todos los días, dándole agua y comida hasta que finalmente pudo volar libremente. Después de esa experiencia, Francisca y Tomás se convirtieron en grandes amigos inseparables.

Juntos descubrieron la importancia de ayudar a los demás seres vivos y cómo trabajando en equipo podían lograr cosas maravillosas. Un día, mientras jugaban en el parque, escucharon a unos niños discutiendo cerca de ellos. Se acercaron para ver qué pasaba y descubrieron que estaban peleando por un juguete.

-¿Por qué no comparten el juguete? Así ambos pueden jugar juntos -propuso Francisca con una gran sonrisa. Los niños aceptaron la idea de Francisca y Tomás, y pronto estaban riendo y divirtiéndose juntos.

Desde ese día, los dos amigos enseñaron a todos en el parque sobre la importancia de compartir, colaborar y ser amables unos con otros. Y así fue como Francisca y Tomás se convirtieron en héroes del parque, inspirando a todos a ser mejores personas cada día.

Jugaron juntos muchas tardes más, siempre dispuestos a ayudar a quien lo necesitara y demostrando que la verdadera amistad puede cambiar el mundo.

FIN.

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