Amigos del Universo


Había una vez un pequeño ovni llamado Ovilito. Era el más curioso de todos los ovnis y siempre estaba buscando nuevas aventuras en el espacio. Un día, mientras volaba por la galaxia, vio un planeta muy peculiar.

Ovilito decidió acercarse para explorarlo y descubrió que era el planeta Tierra. Fascinado por su belleza, decidió quedarse un tiempo para aprender sobre las diferentes culturas y formas de vida que habitaban allí.

Al aterrizar en una granja, Ovilito conoció a una niña llamada Martina. Martina era muy valiente y soñaba con ser astronauta algún día. Ella se sorprendió al ver al pequeño ovni pero rápidamente se hizo amiga de él.

"-¡Hola Ovilito! ¿Qué haces aquí?", preguntó Martina emocionada. "-Hola Martina", respondió Ovilito. "-Estoy explorando tu planeta, es tan interesante". Martina sonrió y le dijo: "-Puedes quedarte en mi casa mientras aprendes sobre nuestra Tierra".

Ovilito aceptó encantado la invitación y durante los días siguientes, él y Martina pasaron mucho tiempo juntos. Exploraron bosques misteriosos, nadaron en ríos cristalinos e incluso visitaron museos llenos de historia. Una tarde, mientras caminaban por el parque, escucharon un ruido extraño proveniente del lago cercano.

Se acercaron curiosos y descubrieron a unos patitos atrapados en la basura flotante del agua. Martina estaba preocupada por ellos pero no sabía cómo ayudar. Ovilito, con su ingenio espacial, tuvo una idea brillante.

"-Martina, podemos usar mi rayo desintegrador para limpiar el agua y salvar a los patitos", propuso Ovilito emocionado. Juntos, utilizaron el poderoso rayo de Ovilito para eliminar la basura del lago y rescatar a los patitos.

Los animales estaban felices y Martina se sintió orgullosa de haber ayudado. A medida que pasaban los días, Ovilito aprendía muchas cosas sobre la Tierra y Martina aprendía sobre las estrellas y planetas del espacio.

Juntos, descubrieron que no importaba de dónde venías o cómo eras, lo importante era tener curiosidad por aprender y ayudar a los demás. Un día llegó el momento de que Ovilito regresara a su planeta natal. Martina estaba triste pero sabía que siempre tendrían un lugar especial en sus corazones.

"-Gracias por enseñarme tanto sobre la Tierra, Martina", dijo Ovilito antes de partir. "-Nunca olvidaré nuestras aventuras juntos". "-Yo tampoco te olvidaré nunca, Ovilito", respondió Martina con lágrimas en los ojos.

Y así fue como Ovilito regresó al espacio con recuerdos inolvidables en su corazón. Sabía que siempre tendría un ovni favorito: la amistad que había encontrado en la Tierra junto a Martina.

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