Amigos deportivos


Había una vez dos monos llamados Max y Lola que adoraban jugar al fútbol en el bosque.

Un día, mientras jugaban su partido semanal, se encontraron con dos jirafas llamadas Juan y Ana que estaban jugando hockey sobre hielo en un lago cercano. Max y Lola eran curiosos por naturaleza, así que decidieron acercarse a las jirafas para ver qué estaban haciendo.

Al principio, los cuatro animales se miraron con recelo, pero pronto empezaron a charlar y descubrieron que tenían mucho en común. "¡Hola! Somos Max y Lola. ¿Qué están haciendo?", preguntó Max. "¡Oh! Hola chicos. Estamos jugando hockey sobre hielo", respondió Juan. "Es muy divertido", agregó Ana.

Max y Lola quedaron fascinados por la habilidad de las jirafas en el hockey sobre hielo. Nunca habían visto algo así antes. Decidieron probarlo ellos mismos, pero como no había suficiente hielo para todos, terminaron jugando al fútbol juntos con Juan y Ana como árbitros.

Después del partido, los cuatro amigos decidieron salir a pasear por el bosque.

Mientras caminaban entre los árboles altísimos, se dieron cuenta de que aunque eran diferentes en muchos aspectos -los monos eran pequeños pero rápidos mientras que las jirafas eran grandes pero elegantes- compartían una pasión por los deportes y la diversión. "Saben chicos, me encanta jugar al hockey sobre hielo porque me hace sentir libre", dijo Ana con una sonrisa.

"Sí, y a mí me gusta el fútbol porque es un deporte en equipo", agregó Juan. Max y Lola se dieron cuenta de que no importaba cuán diferentes fueran, siempre podrían encontrar algo en común con los demás.

Además, descubrieron que aprender cosas nuevas era emocionante y podía llevarlos por caminos inesperados. "¡Qué día tan divertido! Me encantaría jugar al hockey sobre hielo de nuevo algún día", dijo Max con entusiasmo. "Y yo quiero jugar al fútbol otra vez también", dijo Lola sonriendo.

"Entonces, ¿qué tal si nos reunimos la próxima semana para otro partido?", preguntó Juan con una sonrisa amplia. Los cuatro amigos llegaron a casa cansados pero felices después de su aventura juntos.

Aprendieron que aunque todos somos diferentes, podemos encontrar cosas en común y disfrutar juntos del mundo que nos rodea. Y así fue como Max y Lola se hicieron amigos de las jirafas Juan y Ana gracias al poder del deporte y la amistad.

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