Amigos diferentes

Había una vez en la selva un león muy hermoso llamado Leo. A diferencia de otros leones, a Leo no le gustaba cazar y prefirió hacer amigos en la selva.

Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró a un pequeño lobo solitario que parecía triste. Leo se acercó al lobo y dijo: "Hola amigo, ¿qué te pasa?"El lobo levantó la cabeza y respondió con voz temblorosa: "Soy un lobo solitario y nadie quiere jugar conmigo".

Leo sintió empatía por el pequeño lobo y decidió ser su amigo. Desde ese día en adelante, Leo y el lobo jugaban juntos todos los días. Jugaron carreras, escondite e incluso construyeron fortalezas juntos.

Pero un día, cuando estaban jugando al escondite, escucharon unos rugidos fuertes cerca. Era una manada de hienas que venían hacia ellos. -¡Tenemos que correr! -gritó Leo-. ¡Las hienas son peligrosas! El lobo se asustó mucho al escuchar eso y comenzó a temblar.

Pero Leo lo tomó de la mano y lo llevó consigo para correr más rápido. Cuando finalmente llegaron a un lugar seguro, el Lobo estaba exhausto pero feliz de estar vivo gracias a su amigo Leo.

Desde entonces, el Lobo aprendió que tener amigos era importante porque siempre hay momentos difíciles en los que necesitas ayuda. Y aunque eran diferentes entre sí, pudieron convertirse en buenos amigos gracias a su amor por jugar juntos.

La amistad entre Leo y el Lobo se volvió más fuerte cada día, y juntos descubrieron que la amistad no tiene límites.

A partir de ese momento, Leo se convirtió en el mejor amigo del Lobo y nunca volvió a ser un lobo solitario. Y así, Leo y el Lobo vivieron felices para siempre en la selva, jugando juntos todos los días y disfrutando de su amistad inquebrantable.