Amigos en acción
Había una vez dos hermanos, Juan y María, que estaban a punto de regresar a clases después de unas largas vacaciones de verano.
Estaban emocionados por volver a ver a sus amigos, aprender cosas nuevas y vivir nuevas aventuras en la escuela. - ¡María, no puedo esperar para volver a la escuela! - exclamó Juan mientras guardaba sus útiles escolares en su mochila. - Yo también estoy ansiosa, Juan.
Voy a extrañar las tardes jugando en el parque, pero sé que en la escuela nos espera muchas cosas divertidas - respondió María con entusiasmo. Al llegar al primer día de clases, los hermanos se encontraron con que tenían maestros nuevos y compañeros de clase diferentes.
Al principio estaban un poco nerviosos, pero pronto se dieron cuenta de que tenían la oportunidad de hacer nuevos amigos y aprender muchas cosas interesantes juntos.
Durante el recreo, Juan y María conocieron a Lucas, un niño nuevo en la escuela que estaba solo en un rincón del patio. Decidieron acercarse y hablar con él para hacerlo sentir bienvenido. - Hola Lucas, ¿quieres jugar con nosotros? - preguntó María con una sonrisa amigable.
Lucas miró sorprendido a los hermanos y asintió tímidamente. Pronto los tres niños estaban corriendo por el patio, riendo y divirtiéndose juntos. Con el paso de los días, Juan, María y Lucas se convirtieron en grandes amigos.
Compartían sus almuerzos, ayudaban en las tareas difíciles y se apoyaban mutuamente en todo momento. Un día, durante una clase de matemáticas muy complicada, Juan estaba frustrado porque no entendía cómo resolver un problema. Entonces Lucas se acercó y le ofreció ayuda.
- Tranquilo Juan, yo te explico cómo hacerlo paso a paso - dijo Lucas con paciencia. Gracias a la ayuda de Lucas, Juan logró entender el problema y resolverlo correctamente. Desde ese día aprendieron que trabajar juntos era mucho más fácil que hacerlo solos.
Al final del año escolar, los tres amigos recibieron un reconocimiento especial por su espíritu colaborativo y amistad ejemplar.
Se dieron cuenta de que lo importante no era solo sacar buenas notas o ganar premios, sino también tener buenos amigos con quienes compartir momentos inolvidables. Y así terminó el año escolar para Juan, María y Lucas: con risas, abrazos y la certeza de que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el futuro.
FIN.