Amigos en Acción
iento que no puedo permitirlo. ¡Debo hacer algo al respecto! -pensó Renata con determinación.
Renata, una niña de ocho años con grandes ojos curiosos y una sonrisa radiante, se había sentido sola desde que su mejor amiga se mudó a otra ciudad. Un día, paseando por el parque cerca de su casa, vio a un grupo de niños rodeando a un cachorro triste y abandonado. Sin dudarlo, Renata se acercó para averiguar qué pasaba.
La dueña del cachorro resultó ser Milagros, una niña tímida con el corazón tan grande como su amor por los animales. Milagros le contó a Renata que no podía cuidar al cachorro y que estaba buscando alguien que pudiera darle un hogar.
"¡Mamá, mamá! ¿Podemos adoptar a este perrito? Se llama Toby y necesita nuestra ayuda", exclamó Renata emocionada al llegar a casa.
Su mamá sonrió ante la propuesta de Renata y después de hablarlo juntas decidieron darle la bienvenida a Toby en su hogar. Lo bañaron, le dieron comida y lo hicieron sentir parte de la familia. Esa noche, cuando todos estaban dormidos, Renata escuchó una vocecita proveniente del rincón donde Toby dormía.
Para su sorpresa, ¡Toby podía hablar!"Renata, necesito contarte algo importante", dijo Toby con voz grave pero amable. "¿Qué pasa, Toby? ¿Por qué puedes hablar?", preguntó Renata asombrada.
"Tengo un don especial que me permite comunicarme contigo porque tú tienes un corazón puro y bondadoso", explicó Toby con calma. Renata se quedó boquiabierta pero decidió escuchar lo que tenía que decirle su nuevo amigo animal. "Tengo que contarte sobre Rodrigo.
Él es un niño problemático en el barrio y quiere lastimar a Milagros porque cree que ella le robó algo muy valioso", reveló Toby con preocupación en sus ojos caninos. Renata sintió un nudo en la garganta al pensar en la dulce Milagros siendo amenazada por Rodrigo.
Sabía que tenía que hacer algo para ayudarla y protegerla. Al día siguiente, Renata fue a buscar a Milagros para contarle lo ocurrido. Juntas idearon un plan para hablar con Rodrigo y deshacer la confusión antes de que fuera demasiado tarde.
"¡Tenemos que actuar rápido! Vamos juntas a hablar con él", dijo Renata decidida. Milagros asintió con valentía y ambas se dirigieron hacia donde Rodrigo solía reunirse con sus amigos en el parque. Al verlas acercarse, Rodrigo frunció el ceño en señal de desconfianza.
"¿Qué quieren ustedes dos aquí?", preguntó Rodrigo con tono desafiante. "Rodrigo, tenemos algo importante que decirte. No fue Milagros quien tomó tu objeto perdido; fue solo una confusión", explicó Renata tratando de calmar las aguas turbulentas entre ellos.
Rodrigo frunció el ceño aún más pero lentamente comenzaba a comprender lo ocurrido gracias a las palabras sinceras de las niñas y también al apoyo silencioso pero firme de Toby parado junto a ellas como testigo fiel e inesperado.
Después de conversar por un rato más, Rodrigo finalmente admitió su error e incluso se disculpò sinceramente. Las tres criaturas, niños humanos, animalitos animals celebraron haber resuelto todo pacíficamente sin violencia alguna. Desde ese día, Renatita, Milagritos, Tobias (y hasta Rodri)se volvieron amigos inseparables.
Jugaban, juntos, cuidaban unos otros, y aprendían sobre valores importantes como la empatìa, la solidaridad, y sobretodo : la importancia del diàlogo sincero para resolver conflictos.
A partirde entonces, Renatita jamás volviò sentirse sola pues supo q siempre tendrìa amigos fieles dispuestos ayudarse mutuamente, sin importar si tenìan cuatro patitas peludas, o dos piernas flacas. Y así,con alegría, en compañia unos otros los días felices transcurrieron llenos risas, juegos, y mucho amor Y colorín colorado esta historia ha terminado... pero siguen viviendo felices por siempre allí cerquita tuyo... Fin
FIN.