Amigos en Buenos Aires



En un aula de jardín de infantes en Buenos Aires, la señorita Ana tenía una clase muy especial. Los niños y niñas eran muy traviesos, pero también muy cariñosos entre ellos.

Había un niño llamado Juanito que siempre se sentía solo y triste porque pensaba que nadie quería jugar con él. Un día, la señorita Ana les dijo a los niños: "Hoy vamos a aprender sobre el valor del compañerismo.

¿Alguien sabe qué significa ser un buen compañero?" -preguntó. Martina levantó la mano emocionada y dijo: "¡Significa ayudar a nuestros amigos cuando lo necesitan!". Todos los niños asintieron con entusiasmo. La señorita Ana sonrió y les propuso un desafío.

Les dio una caja llena de piezas de rompecabezas y les dijo que debían armarlo juntos, en parejas. Todos los niños se agruparon rápidamente, excepto Juanito, que seguía solo en su rincón. "¿Nadie quiere ser mi pareja?" -preguntó tímidamente Juanito.

Martina escuchó su pregunta y sin dudarlo un segundo se acercó a él diciendo: "¡Yo quiero ser tu pareja, Juanito! Juntos podemos armar el rompecabezas". Juanito no podía creerlo. Nunca antes había tenido alguien dispuesto a jugar con él.

Empezaron a trabajar juntos y poco a poco fueron encontrando las piezas correctas para completar el rompecabezas. Los demás niños observaban maravillados cómo Martina y Juanito colaboraban amablemente. Finalmente lograron terminar el rompecabezas y todos aplaudieron emocionados.

La señorita Ana felicitó a Martina por su actitud solidaria y le explicó a todos los niños lo importante que es estar ahí para ayudar al prójimo, especialmente cuando más lo necesita.

Desde ese día, Juanito ya no se sintió solo en el aula. Martina se convirtió en su mejor amiga y juntos demostraron que el verdadero valor del compañerismo radica en la generosidad, la empatía y la colaboración mutua.

Y así, gracias al gesto bondadoso de Martina, todos los niños aprendieron una valiosa lección que recordarían para siempre: que cuando estamos unidos como hermanos, somos capaces de superar cualquier desafío que se nos presente.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!