Amigos en el Bosque



Había una vez, en un hermoso bosque de la Patagonia argentina, un grupo de animales que siempre jugaban juntos. Habían decidido jugar al escondite en el bosque mientras el lobo feroz no estaba cerca.

Los amigos eran Panchito el conejo, Juana la ardilla y Lucas el zorro. Siempre se divertían mucho juntos y sabían que debían estar atentos para evitar encontrarse con el temible lobo feroz.

Un día soleado, los tres amigos se reunieron en su lugar secreto del bosque. Panchito propuso: "¿Qué tal si hoy jugamos a las escondidas? Pero recordemos que si vemos al lobo feroz, debemos correr y escondernos rápidamente". Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a jugar.

Lucas contó hasta diez mientras los demás buscaban un buen escondite entre los árboles. Cuando terminó de contar, Lucas gritó: "¡Listos o no, allá voy!".

Panchito decidió trepar a un árbol muy alto para tener una mejor vista del bosque y así poder advertir a sus amigos si veía al lobo acercándose. Mientras tanto, Juana se ocultó detrás de unas hojas secas cerca del riachuelo. Lucas empezó a buscar por todos lados pero no podía encontrar a ninguno de sus amigos.

Estaba tan concentrado en su búsqueda que no notó cuando Panchito lo llamaba desde lo alto del árbol: "-¡Lucas! ¡Cuidado! ¡El lobo está cerca!". De repente, apareció el lobo feroz entre los árboles.

Era enorme y tenía unos ojos muy intimidantes. Lucas se asustó mucho y comenzó a correr hacia el riachuelo, donde Juana lo estaba esperando. Los dos amigos se sumergieron en el agua para ocultarse del lobo feroz.

El lobo, al verlos desaparecer, gruñó de frustración y decidió buscar en otro lugar. Después de un rato, cuando estuvieron seguros de que el lobo se había ido, Panchito bajó del árbol y se reunió con sus amigos en la orilla del riachuelo.

Los tres animales estaban agitados pero aliviados de haber escapado del peligro. Juana le dijo a Lucas: "-¡Qué buen trabajo hiciste escapando del lobo! Estuviste muy valiente". Lucas sonrió tímidamente y respondió: "-Gracias, pero no lo hubiera logrado sin tu ayuda".

Panchito agregó: "-Todos demostramos ser valientes hoy. Nos cuidamos los unos a los otros y eso es lo que importa".

Desde ese día, los tres amigos aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de trabajar juntos y mantenerse alerta ante cualquier peligro. Comprendieron que la amistad verdadera significa apoyarse mutuamente en momentos difíciles. A partir de entonces, cada vez que jugaban en el bosque recordaban aquel día y siempre permanecían unidos para protegerse entre sí.

Y aunque el lobo feroz seguía merodeando por allí, nunca volvieron a tener miedo porque sabían que juntos podían enfrentar cualquier desafío. Y así termina esta historia infantil inspiradora y educacional en el estilo de "Lobo, lobo ¿estás ahí?".

Nos enseña la importancia de la amistad, el trabajo en equipo y la valentía. Porque cuando nos cuidamos los unos a los otros, podemos superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino.

FIN.

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