Amigos en el Bosque Encantado
Había una vez en el bosque un gatito llamado Mimoso, que se sentía muy solo porque no tenía amigos. Todos los animales del bosque parecían ocupados y nadie quería jugar con él.
Mimoso pasaba sus días explorando el bosque, pero siempre regresaba a su hogar triste y solitario. Un día, mientras caminaba por el bosque, Mimoso escuchó unos ruidos extraños provenientes de detrás de unos arbustos.
Con mucho cuidado se acercó y vio a un oso grande y animal jugando con un mapache travieso. El gatito se escondió asustado, pensando que también lo rechazarían. El oso, al notar algo moviéndose entre los arbustos, se acercó lentamente hacia donde estaba Mimoso.
El gatito temblaba de miedo, pero para su sorpresa el oso le habló con voz amable: "Hola pequeño amigo, ¿por qué estás tan asustado? No te haremos daño".
Mimoso miró al oso con incredulidad y tímidamente respondió: "-Soy Mimoso y estoy solo porque nadie quiere ser mi amigo". El mapache curioso se acercó también y dijo: "-¡Hola! Soy Travieso, ¡me encanta hacer nuevos amigos!".
Los tres animales comenzaron a conversar y descubrieron que tenían muchas cosas en común a pesar de sus diferencias. El oso propuso jugar a las escondidas en el bosque, y aunque al principio Mimoso dudaba por miedo a no ser bueno en el juego, finalmente aceptó.
Durante el juego, aprendió a confiar en sus nuevos amigos y poco a poco fue perdiendo sus miedos. Después de un rato de risas y diversión, Mimoso se dio cuenta de que ya no se sentía solo. Había encontrado verdaderos amigos que lo aceptaban tal como era.
El gatito sonrió feliz y dijo: "-Gracias por hacerme sentir parte de su grupo". El oso respondió cariñosamente: "-Todos necesitamos amigos en la vida". Desde ese día en adelante, Mimoso, Travieso y el oso se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras.
Juntos exploraban cada rincón del bosque, ayudándose mutuamente y disfrutando de la hermosa amistad que habían construido.
Y así, gracias al valor para vencer sus miedos e iniciar nuevas relaciones, Mimoso descubrió que la verdadera amistad puede surgir cuando menos lo esperas; solo hace falta abrir tu corazón para recibirla. Y colorín colorado este cuento ha terminado con una bonita lección sobre la importancia de la amistad sincera.
FIN.