Amigos en el Bosque Mágico


Había una vez, en el Colegio Teresiano, cuatro amigos inseparables llamados Lucas, Miguel, Mauricio y Nikol. Eran niños de 4 años que compartían todas sus aventuras juntos.

Un día, durante el recreo, los cuatro amigos decidieron explorar un misterioso bosque que se encontraba detrás del colegio. Se adentraron entre los árboles altos y frondosos con mucha emoción. Mientras caminaban por el bosque, escucharon un ruido extraño.

Se detuvieron y miraron a su alrededor para descubrir de dónde venía ese sonido. Fue entonces cuando vieron a un pequeño pajarito atrapado en una red. -¡Pobrecito! -exclamó Lucas preocupado-. Debemos ayudarlo. Los niños se acercaron al pajarito e intentaron liberarlo de la red sin éxito.

Fue en ese momento cuando apareció una mariposa mágica llamada Luna. -Hola chicos -dijo Luna con voz dulce-. Veo que necesitan ayuda para liberar a este pajarito. Si desean, puedo concederles un deseo cada uno para poder salvarlo.

Los ojos de los niños se iluminaron de alegría y aceptaron la oferta de Luna sin dudarlo. -Mi deseo es tener unas tijeras mágicas para cortar la red -dijo Miguel emocionado.

En ese instante, unas tijeras brillantes aparecieron en las manos de Miguel. Con mucho cuidado, cortó la red y el pajarito salió volando hacia la libertad. -Gracias, Miguel -chirrió el pajarito desde lo alto-. Eres un verdadero héroe.

Después de liberar al pajarito, los niños continuaron su aventura por el bosque. Pero antes de que pudieran avanzar mucho, se encontraron con un río profundo y caudaloso que bloqueaba su camino. -¡Oh no! ¿Cómo cruzaremos el río? -se preocupó Mauricio.

En ese momento, Luna volvió a aparecer y les ofreció otro deseo cada uno para superar el obstáculo. -Yo quiero una tabla mágica para poder cruzar el río -dijo Lucas decidido. De repente, una tabla flotante apareció frente a ellos.

Los niños subieron a la tabla y comenzaron a cruzar el río sin ningún problema. -¡Increíble! ¡Lo logramos! -exclamó Nikol emocionado mientras pisaban tierra firme al otro lado del río.

Luego de superar todos los desafíos del bosque, los cuatro amigos llegaron a un claro donde descubrieron un hermoso arcoíris brillando en el cielo. A medida que se acercaban al arcoíris, se dieron cuenta de que había algo especial esperándolos allí. -¡Miren chicos! Hay una caja misteriosa debajo del arcoíris -dijo Mauricio sorprendido-.

Debe haber algo importante dentro. Con mucha emoción, abrieron la caja y encontraron cuatro medallas doradas con sus nombres grabados en ellas. Cada medalla representaba la amistad y valentía de cada uno de ellos durante su aventura en el bosque.

-Estas medallas son nuestro tesoro más valioso porque representan nuestra amistad verdadera -dijo Miguel con una sonrisa. Los cuatro amigos se abrazaron y prometieron cuidarse y apoyarse siempre, recordando que juntos pueden superar cualquier desafío.

Desde aquel día, Lucas, Miguel, Mauricio y Nikol siguieron siendo los mejores amigos del Colegio Teresiano. Aprendieron que la amistad verdadera es un tesoro precioso que debe ser valorado y cuidado en cada etapa de la vida.

Y así, su hermosa amistad continuó creciendo con el tiempo gracias a Santa Teresita, quien los protegía y guiaba en su camino hacia la felicidad.

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