Amigos en el camino


Había una vez una familia muy especial, conformada por la mamá, el papá y sus dos hijos.

Un día, el papá le dijo a su esposa que había conocido a alguien más y que se iba a mudar con ella. La mamá estaba muy triste y preocupada por cómo iba a explicarle esto a sus hijos. Pero sabía que tenía que ser fuerte y hacer lo mejor para ellos.

Así fue como empezó la aventura de las "familias ensambladas". La mamá decidió buscar apoyo en sus amigos y familiares para ayudarla en esta nueva etapa de su vida. Un día, mientras los niños jugaban en el parque, conocieron a una niña llamada Sofía.

Era divertida y simpática, así que rápidamente se hicieron amigos. "Hola chicos ¿puedo jugar con ustedes?"- preguntó Sofía sonriendo. "¡Claro! ¡Juguemos al fútbol!"- respondió uno de los niños emocionado.

Sofía también les contó que ella tenía un hermanito menor llamado Tomás, pero que él no estaba allí porque estaba visitando a su papá ese fin de semana. Los días pasaron y la mamá seguía buscando maneras de adaptarse a esta nueva situación familiar.

Un día recibió una llamada del padre de Sofía ofreciéndole ir juntos al cine con sus hijos esa noche. La idea era ver una película infantil todos juntos como si fueran una gran familia.

La mamá aceptó emocionada la invitación pensando en lo feliz que haría eso a sus hijos. Y así fue como esa noche fueron al cine juntos: los cuatro niños junto con las dos mamás. "¡Esta película es genial! ¡Me encanta!"- gritó uno de los niños emocionado. "Sí, está muy buena.

Me alegra que hayamos venido juntos"- dijo la mamá sonriendo. Poco a poco, las dos familias se fueron conociendo más y compartiendo momentos especiales juntos.

Ya no era extraño verlos jugando en el parque o haciendo un picnic en el campo. Un día, mientras todos estaban sentados alrededor de una fogata en el campamento que habían armado, la mamá les contó a sus hijos que estaba saliendo con alguien nuevo y que lo iban a conocer pronto.

Los niños se sorprendieron pero aceptaron emocionados esta nueva aventura familiar. Y así fue como la familia ensamblada creció aún más: ahora eran seis personas juntas compartiendo risas, juegos y momentos especiales.

Aunque había habido giros inesperados en su historia familiar, ellos aprendieron que siempre podían encontrar apoyo y amor en aquellos a su alrededor.

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