Amigos en el Castillo



Había una vez una princesa llamada Evangelina, quien vivía en un hermoso castillo junto a su hermana Camí. Evangelina era una niña muy curiosa y aventurera, siempre buscaba nuevas experiencias y amaba explorar el mundo que la rodeaba.

Un día, mientras caminaban por los jardines del castillo, escucharon un ruido proveniente de unos arbustos. Sin pensarlo dos veces, se acercaron para descubrir qué lo causaba y encontraron a una pequeña perra perdida.

La perrita tenía el pelo largo y desordenado, pero sus ojos brillaban con alegría. Evangelina y Camí sintieron mucha empatía por ella y decidieron llevarla al castillo para cuidarla. Le pusieron el nombre de Xica, ya que era muy traviesa y juguetona.

Desde ese momento se convirtieron en las mejores amigas. Días después, mientras exploraban el bosque cercano al castillo, se encontraron con un gato callejero llamado Bico.

El gato tenía un pelaje negro brillante y unos ojos verdes penetrantes que denotaban inteligencia. Evangelina decidió llevarlo al castillo también para darle un hogar.

Al principio, Xica se mostró algo celosa porque pensaba que Bico le quitaría la atención de su dueña, pero poco a poco entendió que podían compartir su amor entre los tres. Los días pasaron rápidamente y Evangelina comenzó a notar algo extraño: cada vez que salían juntos de aventuras por el bosque o exploraban nuevos lugares del castillo, Xica parecía tener miedo de todo.

Se escondía detrás de Evangelina y no quería moverse. Preocupada, Evangelina decidió hablar con Bico para buscar una solución.

El gato, con su sabiduría felina, le explicó que Xica había tenido una experiencia traumática antes de encontrarse con ellas y eso le había generado miedo e inseguridad. Decididas a ayudar a su amiga, las princesas crearon un plan. Querían demostrarle a Xica que no tenía por qué temerle al mundo y que podía disfrutar de nuevas aventuras sin preocupaciones.

Una mañana soleada, Evangelina, Camí, Xica y Bico se dirigieron al lago del castillo. Allí encontraron un pequeño bote abandonado. Sin pensarlo dos veces, subieron al bote y comenzaron a remar hacia el centro del lago.

De repente, una tormenta sorprendió a los cuatro amigos. Las olas eran cada vez más grandes y el viento soplaba con fuerza. Todos estaban asustados, pero en ese momento recordaron algo muy importante: estaban juntos y se tenían el uno al otro.

Unidos como equipo, trabajaron juntos para llegar sanos y salvos hasta la orilla del lago. La adrenalina les hizo darse cuenta de lo valientes que eran cuando estaban juntos.

Desde ese día en adelante, Xica dejó atrás sus miedos gracias al apoyo incondicional de sus amigas. Juntas siguieron explorando nuevos lugares del castillo y aventurándose por el bosque sin temor alguno. Evangelina aprendió la importancia de la amistad verdadera y cómo apoyarnos mutuamente nos hace más fuertes.

Camí descubrió que siempre hay espacio en el corazón para más amigos y Bico demostró que la sabiduría puede encontrarse incluso en los lugares más inesperados.

Y así, Evangelina princesa hermana Camí, perra Xica y gato Bico vivieron muchas aventuras juntos, convirtiéndose en un ejemplo de amistad y valentía para todos los habitantes del castillo.

FIN.

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