Amigos en la arena
Un día soleado, Araceli e Iván decidieron llevar a Oscar de paseo hacia la playa. Oscar estaba emocionado por salir de casa y ver cosas nuevas.
Al llegar a la playa, Oscar corrió hacia el agua para jugar un rato. De repente, escucharon un ladrido fuerte y se dieron cuenta que había otro perro en la playa. Era Chaino, un labrador blanco muy grande y amigable.
Al principio, Oscar tenía miedo porque Chaino era mucho más grande que él, pero pronto se dio cuenta que no tenía nada que temer. "Hola pequeño amigo ¿cómo estás?" -dijo Chaino con una sonrisa en su rostro. "Estoy bien gracias" -respondió Oscar tímidamente.
Chaino notó que Oscar estaba solo y decidió presentarse para hacerle compañía. Desde ese momento, los dos perros se volvieron inseparables. Jugaron juntos todo el día en la playa y cuando llegó el momento de irse a casa, se despidieron con tristeza.
Oscar le contó a sus papis sobre su nuevo amigo animal y cómo habían jugado juntos todo el día en la playa. Araceli e Iván estaban felices de saber que su pequeño amigo había encontrado un compañero tan amigable como Chaino.
Los días pasaron y cada vez que iban a la playa, Oscar buscaba a su amigo Chaino para jugar juntos otra vez.
Un día mientras jugaban cerca del mar, una ola gigante arrastró a Oscar hacia adentro del agua dejando al pequeño perrito asustado tratando de mantenerse a flote. Chaino rápidamente saltó al agua sin pensarlo dos veces para rescatar a su amigo.
Con sus patas grandes y fuertes, Chaino logró llevar a Oscar de vuelta a la orilla sano y salvo. "Gracias por salvarme" -dijo Oscar con lágrimas en los ojos. "No tienes que agradecerme, eso es lo que hacen los amigos" -respondió Chaino sonriendo.
Desde ese día, Oscar aprendió una lección muy importante sobre la amistad: un amigo verdadero siempre estará ahí para ayudarte cuando lo necesites. Y así, Oscar y Chaino siguieron siendo amigos inseparables por muchos años más, disfrutando de cada aventura juntos.
FIN.