Amigos en la montaña


Había una vez un chico llamado Juanito que vivía en la ciudad con su familia. Un día, decidieron hacer una excursión a la montaña para disfrutar del aire libre y de las hermosas vistas.

Juanito estaba muy emocionado por la aventura, pero durante el paseo se alejó de su familia sin darse cuenta y terminó perdido en la montaña. -¡Mamá! ¡Papá! ¿Dónde están? -gritaba Juanito mientras caminaba desesperadamente por el bosque.

Se hizo tarde y empezó a oscurecer, Juanito estaba cada vez más asustado. No sabía cómo volver al campamento y no tenía comida ni agua. De repente, escuchó un ruido extraño detrás de unos arbustos. Con miedo, se acercó lentamente y descubrió que era un zorro.

El zorro se quedó mirando a Juanito fijamente y luego comenzaron a caminar juntos por el bosque. El zorro lo llevó hasta una cueva donde encontraron un arroyo con agua fresca y limpia.

-Gracias amigo zorro -dijo Juanito mientras bebía ansiosamente del arroyo-. Pero ahora necesito encontrar mi camino de regreso al campamento. El zorro entendió lo que decía Juanito e intentó guiarlo hacia el camino correcto.

Sin embargo, pronto llegaron a un barranco muy profundo e imposible de cruzar sin ayuda. -¿Qué haremos ahora? -preguntó Juanito preocupado. En ese momento apareció una águila majestuosa volando sobre ellos. El zorro le explicó la situación a la águila en su lenguaje y ella se ofreció a ayudar.

La águila tomó a Juanito con sus garras y lo llevó volando por encima del barranco. Finalmente, llegaron al campamento donde su familia lo estaba buscando desesperadamente.

-¡Juanito! ¡Estamos tan felices de verte! -exclamó su mamá mientras lo abrazaba fuerte. Juanito nunca olvidaría la amistad que hizo con el zorro y la águila en la montaña. Aprendió que aunque esté perdido o en problemas, siempre hay alguien dispuesto a ayudar si se pide ayuda.

Además, entendió la importancia de no alejarse demasiado de su familia durante una excursión para evitar situaciones peligrosas como esta.

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