Amigos en la Montaña



Había una vez un lobo llamado Niño que vivía en el bosque. Era un animal muy solitario y triste, pues no tenía amigos con quien jugar ni nadie a quien contarle sus aventuras.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se topó con Soldado, un pequeño zorro muy valiente y astuto. Al principio Niño se sintió intimidado por su presencia, pero pronto descubrió que Soldado era simpático y divertido.

"Hola Lobo Niño ¿Qué haces aquí?"- preguntó Soldado"Solo paseando"- respondió Niño tímidamente. Soldado notó la tristeza en los ojos de Niño y decidió hacer algo al respecto. "Oye, ¿quieres ser mi amigo?"- preguntó Soldado con una sonrisa amistosa. Niño no podía creer lo que estaba escuchando.

Nunca había tenido un amigo antes. "¿De verdad quieres ser mi amigo?"- preguntó emocionado. "¡Por supuesto! ¡Seremos los mejores amigos del bosque!" - exclamó Soldado entusiasmado. Y así comenzó una gran amistad entre ambos animales.

Juntos exploraron cada rincón del bosque y se divirtieron como nunca antes lo habían hecho. Pero un día, cuando estaban jugando cerca de la montaña, oyeron unos ruidos extraños provenientes de la cima.

Decidieron subir a investigar qué era lo que estaba sucediendo allí arriba.

Al llegar a la cima se encontraron con Bosque, un conejo muy inteligente que les explicó lo que estaba sucediendo: La montaña estaba siendo atacada por un grupo de lobos malvados que querían apoderarse del territorio. "Tenemos que hacer algo para detenerlos" - dijo Soldado decidido. Niño estaba asustado, pero no quería dejar solo a su amigo en esta peligrosa misión. Bosque les dio algunas herramientas y juntos bajaron hacia la montaña.

Cuando llegaron, los lobos malvados los vieron y comenzaron a perseguirlos. Pero Niño demostró ser un lobo muy valiente y astuto, mientras que Soldado utilizó su inteligencia para engañar a los lobos y hacerles caer en trampas.

Finalmente lograron derrotar a los lobos malvados y salvar la montaña. Todos los animales del bosque estaban muy orgullosos de Niño, Soldado y Bosque por haber demostrado tanta valentía y astucia. Desde ese día, Niño ya no era el lobo solitario del bosque.

Ahora tenía amigos con quienes compartir sus aventuras. Y aunque nunca imaginó que se convertiría en un héroe, aprendió que siempre hay una oportunidad para ser valiente cuando alguien necesita nuestra ayuda.

FIN.

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