Amigos en línea


Había una vez un grupo de amigos que asistían a la escuela primaria. Ellos eran muy unidos y les encantaba jugar juntos en el recreo. Un día, llegó un nuevo alumno llamado Tomás.

Él era muy callado y tímido, por lo que los demás niños no sabían cómo acercarse a él. Un día, durante una clase de informática, la maestra les enseñó sobre la importancia del respeto en internet y cómo ser responsables al utilizar la tecnología.

Los niños aprendieron que debían cuidar su información personal y ser amables con los demás en línea. Después de esa clase, los amigos se dieron cuenta de que habían estado ignorando a Tomás sin razón alguna.

Decidieron hacer algo para incluirlo en su grupo y mostrarle amistad. Una tarde, mientras jugaban en el parque cerca de la escuela, notaron que Tomás parecía preocupado por algo.

Le preguntaron qué le pasaba y él les contó que había perdido su pelota favorita el día anterior mientras jugaba allí mismo. Los amigos decidieron ayudarlo a buscarla. Recorrieron todo el parque hasta encontrarla detrás de unos arbustos.

Pero cuando intentaron devolvérsela a Tomás, él les dijo: "Esa no es mi pelota". Todos quedaron desconcertados. De regreso en la escuela, decidieron investigar lo ocurrido con ayuda de sus conocimientos informáticos recién adquiridos.

Descubrieron que alguien había creado una cuenta falsa en las redes sociales utilizando el nombre de Tomás e intercambiando mensajes con ellos haciéndose pasar por él. Los amigos se sintieron engañados y traicionados. Pero en lugar de culpar a Tomás, decidieron ayudarlo a descubrir quién estaba detrás de todo esto.

Trabajaron juntos para rastrear la dirección IP del usuario falso y finalmente lo encontraron. Resultó ser un niño que asistía a otra escuela cercana y que había estado celoso del grupo de amigos porque se divertían mucho juntos.

Los niños hablaron con él sobre la importancia del respeto y la amistad verdadera, y lograron hacerle entender su error.

Al final, Tomás se convirtió en un miembro valioso del grupo gracias a la responsabilidad, la amistad y el respeto que aprendieron juntos en clase de informática. Y los amigos comprendieron que incluso cuando algo parece extraño o misterioso, siempre es mejor investigar antes de sacar conclusiones precipitadas.

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