Amigos en todo momento



Había una vez en Lanús, un grupo de amigos que se juntaban todos los fines de semana para divertirse. Se llamaban Martín, Sofía, Juan y Lucía.

Un día, decidieron probar algo nuevo y compraron cervezas artesanales en un emprendimiento local. -¡Qué ricas están estas cervezas! -dijo Juan mientras tomaba un sorbo. -Sí, son increíbles -agregó Sofía. Después de disfrutar de las cervezas artesanales, volvieron a casa de Martín para armar una picada y jugar juegos de mesa.

Mientras jugaban al Monopoly, comenzaron a hablar sobre sus vidas y la amistad que tenían. -¿Se acuerdan cuando éramos chicos? Siempre nos divertíamos mucho juntos -dijo Lucía.

-Sí, recuerdo cuando nos escapábamos del colegio para ir a jugar al parque -rió Martín. Pero entonces, la conversación dio un giro inesperado cuando Juan habló sobre su familia y cómo estaba pasando por momentos difíciles económicamente.

Los demás amigos lo escucharon atentamente y ofrecieron su ayuda en todo lo que pudieran hacer por él. -Gracias por estar aquí conmigo. Ustedes son mi verdadera familia -dijo Juan emocionado. Ese día aprendieron que la verdadera amistad no solo es compartir momentos divertidos sino también estar ahí en los momentos difíciles.

Juntos disfrutaron de una noche llena de risas, reflexiones y apoyo mutuo. Desde ese día en adelante siguieron reuniéndose cada fin de semana pero ahora sabían que eran más que simples amigos, eran una familia.

Y así, Martín y sus amigos aprendieron que la vida no solo se trata de divertirse sino también de estar ahí para los demás. Y que la amistad verdadera es aquella en la que siempre puedes contar con el apoyo de tus seres queridos.

FIN.

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