Amigos en Villa Feliz



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, donde vivían Manu y Ema, dos niños que estaban enamorados desde que eran muy chicos.

Todos los días se encontraban en el parque para jugar juntos y compartir momentos especiales. Un día, mientras jugaban a las escondidas, apareció Vane, una niña nueva en el pueblo. Vane se acercó a Manu y le preguntó si quería ser su amigo.

Manu, sin querer herir los sentimientos de Vane, aceptó amablemente y los tres comenzaron a jugar juntos. - ¡Qué divertido es tener nuevos amigos! - exclamó Ema con alegría. Mientras tanto, en el otro extremo del parque, estaba Simon practicando sus acrobacias en su bicicleta.

Xime se acercó a él y le propuso hacer una competencia para ver quién era más rápido. Simon aceptó emocionado y los dos empezaron a pedalear con todas sus fuerzas.

- ¡Vamos Simon, no te rindas! - alentaba Xime mientras avanzaban por el camino. De repente, Mauricio, un niño tímido que observaba la competencia desde lejos, decidió unirse a ellos. Con esfuerzo y valentía logró alcanzar a Simon y Xime, sorprendiéndolos con su velocidad.

- ¡Increíble Mauricio! ¡Eres un gran ciclista! - exclamaron Simon y Xime admirados. Al caer la tarde, todos los niños del pueblo se reunieron en la plaza para disfrutar de una función de títeres organizada por el matrimonio de Don José y Doña Marta.

Los títeres contaban historias fascinantes que enseñaban valores como la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo. - ¡Qué bonita historia! - expresó Ema emocionada al finalizar la función.

Finalmente, Manu invitó a Vane a sentarse junto a él y Ema para compartir juntos ese momento especial. Todos los niños se abrazaron formando un círculo de amistad que demostraba lo importante que era valorar a cada uno por igual.

Desde ese día en adelante, Manu, Ema, Vane, Simon, Xime, Mauricio crearon un vínculo fuerte basado en el respeto mutuo y la diversión compartida. Aprendieron que la verdadera amistad no conocía de diferencias ni rivalidades; simplemente se trataba de estar ahí unos para otros cuando más se necesitaban.

Y así fue como Villa Feliz se convirtió en un lugar donde la magia de la amistad florecía cada día entre risas y juegos inolvidables.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!