Amigos entre Huellas



Había una vez un zorrito llamado Zorro que vivía en la hermosa provincia de Mendoza, rodeado de viñedos y montañas. Aunque era muy curioso y aventurero, Zorro se sentía un poco solitario.

Siempre veía a otros animales jugando juntos y divirtiéndose, pero él no tenía amigos con quien compartir sus días. Un día, mientras exploraba las montañas en busca de nuevas aventuras, Zorro se encontró con una ardilla llamada Nuez.

Era muy ágil y saltarina, y siempre estaba ocupada recolectando nueces para el invierno. "¡Hola! Soy Zorro", dijo emocionado el pequeño zorrito. "Estoy buscando amigos para jugar". Nuez lo miró sorprendida y le respondió: "Lo siento, pero no tengo tiempo para jugar.

Debo recolectar muchas nueces antes de que llegue el frío". Zorro se sintió desanimado al darse cuenta de que Nuez no podía ser su amiga. Sin embargo, decidió seguir adelante en su búsqueda.

Mientras tanto, Zorro escuchó unos ruiditos provenientes de un arbusto cercano. Se acercó sigilosamente y descubrió a un conejito llamado Saltito escondido entre las ramas. "¡Hola! Soy Zorro", saludó entusiasmado otra vez el pequeño zorrito.

"¿Quieres ser mi amigo?"Saltito miró a Zorro con ojos asustados y respondió: "Lo siento mucho, pero soy muy tímido y me da miedo hacer amigos". Zorro sintió tristeza al escuchar las palabras de Saltito, pero entendió que todos somos diferentes y tenemos nuestras propias razones para actuar como lo hacemos.

Decidió no rendirse y seguir buscando. Continuando su camino, Zorro se encontró con un pajarito llamado Trino que cantaba hermosas melodías en lo alto de un árbol. "¡Hola! Soy Zorro", dijo entusiasmado el pequeño zorrito.

"Me encantaría ser tu amigo y escuchar tus canciones". Trino dejó escapar una risita alegre y respondió: "¡Claro que sí! Será divertido tener un amigo con quien compartir mi música". Zorro saltó de alegría al encontrar finalmente a alguien dispuesto a ser su amigo.

Juntos pasaron días maravillosos explorando las montañas, jugando entre los árboles y escuchando las hermosas canciones de Trino. Un día, mientras caminaban por el bosque, Zorro vio a Nuez luchando por subir a un árbol alto para recolectar nueces.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella y la ayudó a alcanzar las deliciosas frutas. Nuez quedó sorprendida y le dijo emocionada: "Gracias, Zorro. Nunca antes había recibido ayuda de nadie".

Zorro sonrió amablemente y respondió: "A veces necesitamos amigos para ayudarnos cuando nos sentimos solos o necesitamos algo. Yo estoy aquí para ti". Desde ese día, Nuez se convirtió en una gran amiga de Zorro, compartiendo aventuras juntos en las montañas de Mendoza.

La historia de Zorro nos enseña que la amistad no siempre llega de la manera que esperamos, pero si somos pacientes y abiertos a conocer a otros, podemos encontrar amigos en los lugares más inesperados.

Además, nos recuerda lo importante que es estar allí para nuestros amigos cuando más nos necesiten.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!