Amigos Inesperados


Había una vez un perro llamado Max y un gato llamado Luna, que vivían en el mismo edificio pero en departamentos separados.

Todos los días se peleaban con ladridos y maullidos, lo que hacía que los vecinos no pudieran dormir por las noches. Un día, mientras paseaban por el parque, Max y Luna se encontraron cara a cara.

En lugar de gruñirse o bufarse como siempre hacían, simplemente se miraron durante unos segundos y luego siguieron caminando cada uno por su lado. Eso hizo pensar a Max: "-Oye Luna, ¿por qué nos peleamos tanto si cuando estamos en el parque ni siquiera nos gritamos?" Luna respondió: "-No sé Max, supongo que es porque estamos defendiendo nuestro territorio.

"Max entendió lo que decía Luna pero aún así quería intentar algo diferente: "-¿Qué tal si dejamos de pelear y tratamos de ser amigos?"Luna pareció sorprendida por la propuesta de Max pero después de pensarlo un poco dijo: "-Bueno...

podríamos intentarlo. "Desde ese día en adelante, Max y Luna comenzaron a hacer actividades juntos como ir al parque o ver películas.

Al principio fue difícil para ellos dejar atrás sus diferencias pero poco a poco aprendieron a respetarse mutuamente. Un día mientras estaban jugando juntos en el parque, escucharon unos ruidos extraños provenientes del edificio donde vivían. Se asomaron hacia arriba y vieron que había un incendio en uno de los departamentos.

Max y Luna corrieron hacia el edificio para ayudar. A pesar del peligro inminente, trabajaron juntos para rescatar a los vecinos atrapados en el edificio.

Después de que el incendio fue controlado y todos estuvieron a salvo, Max y Luna se dieron cuenta de que habían hecho algo especial. Habían dejado de lado sus diferencias y trabajaron juntos por el bien común. Desde ese día en adelante, Max y Luna se convirtieron en grandes amigos.

Aprendieron que no importa cuánto nos peleemos o nos gritemos, siempre hay espacio para la amistad si estamos dispuestos a dejar nuestras diferencias atrás.

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