Amigos para siempre



Había una vez en un pequeño colegio de Argentina, dos niños llamados Roger y Melissa. Eran muy buenos amigos y siempre se divertían juntos durante los recreos.

Un día, mientras jugaban al fútbol en el patio del colegio, Roger miró a Melissa con ojos brillantes y le dijo: "Melissa, eres mi mejor amiga. Me encanta pasar tiempo contigo". Melissa sonrió tímidamente y respondió: "Tú también eres mi mejor amigo, Roger. Siempre me divierto mucho contigo".

A medida que pasaba el tiempo, los sentimientos de Roger hacia Melissa comenzaron a cambiar. Cada vez que la veía sonreír o reírse de sus chistes, su corazón latía más rápido.

Roger decidió hablar con su otro gran amigo Lucas para contarle lo que estaba sintiendo. Lucas escuchó atentamente y le dio un consejo sabio: "Roger, si sientes algo especial por Melissa, deberías decírselo. Nunca sabes qué puede pasar si no lo intentas".

Con ese consejo en mente, Roger esperó pacientemente el momento adecuado para confesar sus sentimientos a Melissa. Un día soleado durante el recreo, cuando todos estaban ocupados jugando o charlando entre ellos, Roger tomó valor y se acercó a Melissa.

"Melissa" , dijo nerviosamente Roger mientras jugueteaba con sus dedos. "-Tengo algo importante que decirte". Melissa levantó una ceja curiosa y se acercó aún más a él. "-¿Qué pasa? Estás actuando extraño. "Roger respiró hondo antes de continuar "-Melissa...

quiero ser más que tu amigo. Quiero ser tu novio". Melissa se quedó en silencio por un momento, sorprendida por las palabras de Roger.

Luego, con una sonrisa dulce, respondió: "-Roger, eres un gran amigo y me alegra mucho que sientas eso por mí. Pero no estoy segura de estar lista para tener un novio todavía". Roger asintió con tristeza pero respeto su decisión. "-Entiendo Melissa. Siempre serás mi amiga especial sin importar qué".

A pesar del rechazo, la amistad entre Roger y Melissa continuó siendo fuerte. Seguían pasando tiempo juntos y disfrutando de su compañía.

Un día, durante una excursión al parque, mientras caminaban juntos y se divertían en los juegos infantiles, Roger notó que Melissa estaba actuando de manera extraña. "-Melissa, ¿estás bien?", preguntó preocupado. Melissa miró a Roger con ojos brillantes y dijo emocionada: "-Roger, después de pensarlo mucho he decidido darle una oportunidad al amor contigo. Quiero ser tu novia".

Roger no podía creer lo que estaba escuchando. Una gran sonrisa se formó en su rostro mientras abrazaba a Melissa con alegría. Desde ese día en adelante, Roger y Melissa fueron inseparables como pareja.

Aprendieron a comunicarse abiertamente sobre sus sentimientos y siempre se apoyaron mutuamente en todo momento. La historia de Roger y Melissa es un recordatorio para todos los niños de la importancia de expresar sus sentimientos sinceramente y respetar las decisiones de los demás.

El amor puede llevar tiempo pero cuando es verdadero vale la pena esperar. Y lo más importante, la amistad siempre debe ser el cimiento de cualquier relación.

FIN.

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