Amigos para siempre



Era un soleado día de septiembre cuando Fer se levantó emocionada por su primer día de escuela secundaria. Había esperado este momento durante mucho tiempo y estaba lista para enfrentar nuevos desafíos y hacer nuevos amigos.

Después de desayunar, Fer se dirigió a la escuela con una sonrisa en su rostro. Al llegar, vio a mucha gente desconocida y sintió un poco de nerviosismo. Pero decidió ser valiente y dar lo mejor de sí misma.

Mientras caminaba por los pasillos buscando su salón, notó a un chico parado junto a una puerta. Tenía el cabello oscuro y unos ojos brillantes que parecían reflejar toda la energía del mundo.

"-Hola, ¿eres nueva aquí?", preguntó el chico amablemente. "-Sí, hoy es mi primer día", respondió Fer tímidamente. El chico le extendió la mano y dijo: "-Mucho gusto, soy Christian". Fer estrechó su mano con una sonrisa y se presentó también.

Juntos entraron al salón y encontraron dos asientos vacíos al fondo. A medida que pasaban las horas, Fer no podía evitar sentirse más cómoda con Christian a su lado.

Descubrieron que tenían muchas cosas en común: les gustaba el fútbol, disfrutaban leer libros de aventuras e incluso compartían la misma pasión por dibujar. Al finalizar las clases, Christian le propuso algo inesperado: "-¿Te gustaría salir este fin de semana? Podemos ir al parque a jugar fútbol o tal vez visitar la feria".

Fer se sorprendió por la invitación, pero también se sintió emocionada. "-¡Claro! Me encantaría salir contigo". A medida que pasaban los días, Fer y Christian se volvieron inseparables. Pasaban mucho tiempo juntos, compartiendo risas y aventuras.

Se apoyaban mutuamente en los momentos difíciles y celebraban juntos los logros. Un día, mientras caminaban hacia el parque después de la escuela, Fer notó algo extraño en el comportamiento de Christian. Parecía preocupado y distante.

"-¿Qué te pasa, Christian? ¿Estás bien?", preguntó Fer con genuina preocupación. Christian suspiró y le explicó: "-Mi familia está pasando por un momento difícil económicamente. Mis padres están luchando para llegar a fin de mes".

Fer puso su mano sobre el hombro de Christian y le dijo: "-No te preocupes, estamos juntos en esto. Podemos encontrar una solución juntos". Esa misma tarde, Fer decidió organizar una venta de pasteles en la escuela para ayudar a recaudar dinero para la familia de Christian.

Con la ayuda de sus compañeros de clase, lograron vender todos los pasteles en poco tiempo. Cuando le entregaron a Christian el dinero recolectado, no pudo contener las lágrimas de gratitud.

"-¡Gracias a ti y a todos por su generosidad! Esto significa mucho para mi familia", dijo emocionado. La historia del gesto solidario se extendió rápidamente por toda la escuela secundaria 55 y más estudiantes se unieron para ayudar a aquellos que lo necesitaban.

Desde ese día, Fer supo que siempre había espacio para la amistad y el apoyo en su vida. Aprendió que, a veces, las personas pasan por momentos difíciles y necesitan una mano amiga.

Fer y Christian siguieron siendo amigos inseparables durante toda su etapa en la escuela secundaria 55. Juntos superaron desafíos, celebraron éxitos y aprendieron lecciones valiosas sobre la importancia de ayudarse mutuamente y ser solidarios.

Y así, Fer descubrió que el primer día de escuela no solo significaba nuevas asignaturas y compañeros de clase, sino también oportunidades para hacer amigos especiales que estarían a su lado en los buenos y malos momentos.

FIN.

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