Amigos para siempre


Había una vez en un pequeño colegio de Buenos Aires, dos amigos llamados Samuel y María. Ellos eran inseparables, compartían risas, aventuras y siempre estaban ahí el uno para el otro.

Con el tiempo, su amistad se fue transformando en algo más y decidieron convertirse en novios. Samuel y María eran felices juntos, pasaban los recreos abrazados y siempre se apoyaban en todo momento. Pero un día llegó una chica nueva al colegio llamada Laura.

Era hermosa, inteligente y muy simpática; rápidamente se hizo popular entre sus compañeros. Laura notó la relación especial que había entre Samuel y María, por lo que decidió acercarse a ellos para conocerlos mejor.

Al principio parecía inofensiva, pero poco a poco empezó a interponerse entre ellos. Siempre estaba cerca de Samuel e intentaba alejarlo de María. María comenzó a sentir celos e inseguridades debido a la atención que Laura le daba a Samuel.

Por otro lado, Samuel no sabía cómo manejar la situación sin lastimar los sentimientos de ninguno de los dos.

Un día durante el recreo, mientras Samuel jugaba al fútbol con sus amigos varones del colegio, Laura se acercó a María con una sonrisa falsa en su rostro:"María, ¿podemos hablar un momento?"- dijo Laura. María aceptó intrigada y las dos chicas se sentaron en un banco apartado del resto de los alumnos.

"Me di cuenta de que te sientes incómoda con mi presencia cerca de Samuel"- mencionó Laura-. "Quiero que sepas que solo somos amigos". María miró a Laura con desconfianza, pero decidió darle el beneficio de la duda. "Entiendo lo que dices, Laura.

Pero me gustaría que respetaras nuestra relación y te alejaras un poco de Samuel. No quiero perderlo"- respondió María con sinceridad. Laura se sorprendió por la madurez y honestidad de María. Comenzó a reflexionar sobre sus acciones y cómo estaban afectando a los demás.

Decidió cambiar su actitud y comportamiento para no causar más problemas entre Samuel y María. Días después, durante una clase de arte, Laura se acercó a Samuel mientras él dibujaba en su cuaderno. "Samuel, necesito hablar contigo"- dijo Laura con seriedad.

Samuel dejó el lápiz en su cuaderno y miró a Laura expectante. "Perdona si me he entrometido en tu relación con María.

Me di cuenta de que mis acciones han estado causando problemas entre ustedes dos"- mencionó Laura con humildad-. "Desde ahora, prometo respetar su amor y alejarme". Samuel quedó sorprendido por las palabras sinceras de Laura. Apreciaba su valentía al reconocer sus errores y querer solucionarlo todo. "Gracias por entenderlo, Laura", dijo Samuel sonriendo-.

"María es muy importante para mí y no quiero perderla". A partir de ese día, Samuel, María y Laura comenzaron a llevarse bien juntos.

La amistad entre ellos creció cada vez más fuerte; aprendieron que la comunicación abierta era clave para resolver cualquier problema o malentendido. Con el tiempo, todos los alumnos del colegio admiraron la forma en que Samuel, María y Laura superaron sus diferencias y trabajaron juntos para mantener una relación armoniosa.

Y así, Samuel, María y Laura demostraron que la amistad verdadera puede superar cualquier obstáculo, y que el respeto y la honestidad son fundamentales en todas las relaciones.

Juntos construyeron un ambiente de amor y comprensión en el colegio, inspirando a otros a hacer lo mismo. Desde entonces, Samuel, María y Laura se convirtieron en los mejores amigos del mundo, siempre dispuestos a ayudarse mutuamente sin importar qué obstáculos se presentaran en su camino. Y vivieron felices para siempre.

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