Amigos para siempre



Pablo era un niño muy sociable y siempre estaba rodeado de amigos. Cada mañana, iba al colegio con una sonrisa en el rostro, emocionado por encontrarse con sus compañeros de clase.

Un día, mientras caminaba por el camino hacia la escuela, se encontró con su amigo Lucas. Lucas era un chico muy inteligente y siempre tenía las respuestas correctas en clase.

Pablo lo saludó efusivamente:- ¡Hola Lucas! ¿Cómo estás hoy? - Hola Pablo, estoy muy bien gracias - respondió Lucas. Juntos continuaron su camino hacia el colegio y se encontraron con Valentina. Valentina era una chica muy creativa y le encantaba pintar. - ¡Hola Valentina! ¿Qué tal estás? - preguntó Pablo.

- Hola Pablo, estoy genial. Hoy voy a llevar mis acuarelas al colegio para hacer un dibujo - respondió Valentina entusiasmada. Los tres amigos llegaron al colegio y se sentaron en sus pupitres. En eso, ingresó la maestra Carolina.

Carolina era una maestra joven pero muy dedicada a su trabajo. - Buenos días chicos - saludó Carolina con una sonrisa-. Hoy vamos a aprender sobre los animales del zoológico.

Todos los niños estaban emocionados por esta nueva lección y comenzaron a prestar atención a la explicación de la maestra Carolina. Mientras tanto, en el patio del colegio, Matías jugaba al fútbol junto a Tomás y Sofía.

Matías era un excelente jugador de fútbol y siempre anotaba muchos goles durante los partidos. - ¡Vamos Matías! ¡Pásame la pelota! - gritaba Tomás. - ¡Aquí estoy, patea hacia mí! - agregó Sofía. Matías lanzó un pase perfecto hacia Tomás, quien rápidamente le pasó la pelota a Sofía.

Los tres amigos se entendían muy bien y formaban un gran equipo en el patio del colegio. Mientras tanto, en el laboratorio de ciencias, Pablo se encontró con su amiga Martina.

Martina era una niña muy curiosa y siempre buscaba respuestas a todas sus preguntas. - Hola Martina, ¿qué estás haciendo? - preguntó Pablo intrigado. - Estoy experimentando con diferentes sustancias para ver qué reacciones producen - respondió Martina emocionada-. Quiero ser científica cuando sea grande.

Pablo quedó impresionado por la dedicación de su amiga y decidió ayudarla en su experimento. Juntos mezclaron diferentes líquidos y observaron las reacciones químicas que se producían. Al finalizar el día escolar, todos los amigos se reunieron en el patio para despedirse.

Se prometieron seguir siendo amigos para siempre y nunca perder contacto, incluso cuando terminaran la escuela primaria. - ¡Nos vemos mañana chicos! - exclamó Pablo emocionado-. Me encanta ir al colegio con todos ustedes.

Los amigos se despidieron entre risas y abrazos, sabiendo que al día siguiente vivirían nuevas aventuras juntos. Y así fue como Pablo descubrió que tener amigos es una de las cosas más maravillosas de la vida: compartir momentos especiales e inolvidables mientras aprenden y crecen juntos.

FIN.

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