Amigos para siempre
Un hermoso día soleado, Benjamin decidió salir a tomar aire fresco al parque. Se puso su gorra favorita y salió de casa con una sonrisa en el rostro.
Al llegar al parque, se encontró con su mejor amigo, Cardenas. - ¡Hola, Benjamin! ¿Qué haces por aquí? - saludó Cardenas. - Hola, Cardenas. Solo quería dar un paseo y disfrutar del buen clima. ¿Y tú? - Lo mismo que tú, mi amigo.
El parque siempre es el lugar perfecto para relajarse y pasar un buen rato. Benjamin asintió emocionado y juntos comenzaron a caminar por el parque. Mientras lo hacían, observaban las diferentes actividades que los demás niños estaban haciendo.
- Mira esos niños jugando al fútbol - dijo Benjamin señalando a un grupo de chicos corriendo detrás de una pelota. - Sí, parece muy divertido - respondió Cardenas -. Me encantaría poder jugar también.
Benjamin miró a su amigo con tristeza porque sabía que Cardenas tenía dificultades para moverse debido a una lesión en la pierna hace algún tiempo. - No te preocupes, Cardenas.
Aunque no puedas jugar al fútbol como ellos, hay muchas otras cosas interesantes que podemos hacer juntos aquí en el parque - animó Benjamin. Cardenas miró a Benjamin con curiosidad y preguntó:- ¿Como qué cosas? Benjamin pensó por un momento antes de responder:- Podemos sentarnos bajo ese árbol grande y leer nuestros libros favoritos.
O podríamos alimentar a los patos en el lago cercano. Incluso podríamos hacer un picnic con los sándwiches que mi mamá preparó esta mañana. Cardenas sonrió emocionado y dijo:- ¡Eso suena genial! Me encantaría hacer un picnic contigo, Benjamin.
Los dos amigos buscaron el lugar perfecto para su picnic. Desplegaron una manta en el césped y sacaron los deliciosos sándwiches de la canasta. Mientras disfrutaban de su comida, observaban a las personas pasar y conversaban sobre sus sueños y metas.
- ¿Sabes qué, Benjamin? - dijo Cardenas con determinación -. Aunque no pueda jugar al fútbol como esos chicos, puedo encontrar otras formas de divertirme y ser feliz.
No importa cuáles sean mis limitaciones, siempre hay algo que puedo hacer. Benjamin asintió con admiración:- Tienes toda la razón, Cardenas. Todos tenemos nuestras propias habilidades únicas y debemos aprender a valorarlas. Además, lo más importante es estar juntos y apoyarnos mutuamente.
Con sus estómagos llenos y sus corazones felices, Benjamin y Cardenas continuaron explorando el parque juntos. Descubrieron un hermoso jardín de flores donde se detuvieron a oler las rosas coloridas. - Huele tan bien aquí - comentó Benjamin mientras inhalaba profundamente el aroma floral.
- Sí, es increíble cómo algo tan pequeño puede traer tanta alegría - respondió Cardenas con una sonrisa en su rostro.
A medida que avanzaba la tarde, los dos amigos regresaron lentamente a casa pero llevando consigo recuerdos felices del día en el parque. - Gracias por acompañarme hoy, Cardenas. Me alegra que hayamos encontrado formas de divertirnos juntos a pesar de nuestras diferencias - dijo Benjamin sinceramente. - De nada, Benjamin.
Siempre es un placer pasar tiempo contigo y aprender cosas nuevas. Eres mi mejor amigo y siempre estaré aquí para ti - respondió Cardenas con cariño. Con esa promesa en sus corazones, los dos amigos se despidieron hasta la próxima aventura que les esperaba.
Sabían que no importaba cuáles fueran los obstáculos que enfrentaran, siempre encontrarían una manera de disfrutar la vida juntos y apoyarse mutuamente en cada paso del camino.
FIN.