Amigos que cuentan sueños



Había una vez en la selva de Argentina, una serpiente llamada Susi Plumas. A diferencia de las demás serpientes, ella tenía hermosas plumas multicolores que la hacían destacar entre los árboles y arbustos.

Susi Plumas era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un león llamado Leopoldo. Leopoldo era un león muy grande y fuerte, pero tenía un problema: no podía dormir.

Leopoldo estaba desesperado por encontrar una solución para poder descansar. Había probado todas las hierbas medicinales de la selva y había consultado a todos los animales sabios, pero nada parecía funcionar.

Cuando Susi Plumas vio a Leopoldo tan agotado, decidió acercarse a él para ofrecerle su ayuda. "-Hola Leopoldo, veo que no puedes dormir", dijo Susi Plumas amablemente. "-Así es", respondió Leopoldo con tristeza en su voz. "He intentado todo y ya no sé qué hacer".

Susi Plumas pensó por un momento y luego tuvo una idea brillante. "-Leopoldo, ¿has intentado contar ovejas? Muchos humanos lo hacen cuando tienen problemas para conciliar el sueño". Leopoldo frunció el ceño confundido. "-Contar ovejas? Nunca he oído hablar de eso".

Susi Plumas explicó cómo consistía el método de contar ovejas: "-Bueno, básicamente consiste en imaginar que estás en un prado lleno de ovejas saltando una cerca. Tú las cuentas una por una y te concentras en el movimiento repetitivo.

Al hacer esto, tu mente se relaja y es más fácil dormir". Leopoldo decidió probar el método de contar ovejas, ya que no tenía nada que perder.

Esa noche, se acostó en su cueva, cerró los ojos e imaginó un prado lleno de hermosas ovejitas blancas saltando la cerca. A medida que Leopoldo contaba las ovejas, comenzó a sentir cómo su cuerpo se relajaba y sus párpados se volvían cada vez más pesados.

Poco a poco, sin darse cuenta, Leopoldo cayó en un sueño profundo y reparador. Al despertar al día siguiente, Leopoldo sintió una gran alegría porque finalmente había logrado dormir bien gracias al método de contar ovejas. Corrió hacia Susi Plumas para darle las gracias.

"-Susi Plumas, ¡muchas gracias! Gracias a ti pude encontrar la solución para mis problemas de sueño", exclamó Leopoldo emocionado. Susi Plumas sonrió y respondió: "-De nada, Leopoldo. Estoy feliz de haber podido ayudarte".

Desde ese día, Susi Plumas y Leopoldo se convirtieron en grandes amigos. Juntos exploraban la selva durante el día y por las noches compartían historias sobre sus aventuras mientras contaban ovejas antes de dormir.

La historia de Susi Plumas y Leopoldo nos enseña que a veces la solución a nuestros problemas puede estar más cerca de lo que pensamos. Además, nos muestra la importancia de ayudarnos mutuamente y el valor de la amistad verdadera.

FIN.

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