Amigos Sin Fronteras
Había una vez en un hermoso bosque, un conejito llamado Sebas. Sebas era el más juguetón y alegre de todos los animales del bosque. Siempre estaba rodeado de amigos y siempre tenía una sonrisa en su rostro.
Pero al otro lado del bosque vivía Lola, una lobita solitaria. A pesar de ser muy linda y amigable, todos los demás animales le tenían miedo por ser un lobo.
Esto hacía que Lola se sintiera triste y sola la mayor parte del tiempo. Un día, mientras Sebas saltaba felizmente por el bosque con sus amigos, vio a Lola sentada bajo un árbol llorando. Sin pensarlo dos veces, Sebas corrió hacia ella para consolarla.
"¡Hola Lola! ¿Por qué estás tan triste?"- preguntó Sebas con ternura. Lola levantó la cabeza sorprendida al ver a alguien acercarse sin temor. "Hola... nadie quiere jugar conmigo porque soy una lobita"- respondió entre sollozos.
Sebas se sentó junto a ella y le dijo: "No te preocupes, yo quiero ser tu amigo. No importa si eres un lobo o cualquier otra cosa, lo importante es cómo nos tratamos". Lola miró fijamente a Sebas con asombro y gratitud en sus ojos.
"¿De verdad quieres ser mi amigo?""Claro que sí", respondió Sebas con alegría. "Todos merecen tener amigos". A partir de ese momento, Sebas y Lola se volvieron inseparables. Juntos exploraban el bosque, jugaban carreras e inventaban nuevos juegos divertidos.
Pronto, otros animales del bosque comenzaron a ver lo felices que eran Sebas y Lola juntos, y poco a poco dejaron de tener miedo de ella. Un día, mientras jugaban cerca de un río, escucharon un fuerte grito.
Rápidamente corrieron hacia el lugar del sonido y encontraron a una pequeña tortuguita llamada Tita atrapada en medio del agua turbulenta. Sebas no dudó ni un segundo y se metió al agua para ayudar a Tita.
Con su fuerza y agilidad, logró llevarla sana y salva hasta la orilla. Todos los animales que habían presenciado la valiente acción de Sebas aplaudieron emocionados.
Desde ese día, todos los animales del bosque aprendieron una gran lección gracias a Sebas y Lola: no debemos juzgar por las apariencias o temer a aquellos que parecen diferentes. La verdadera amistad está basada en el amor y la aceptación sin importar nuestras diferencias.
Sebas y Lola se convirtieron en héroes del bosque, enseñando a todos que el respeto mutuo es lo más importante. Ahora, todos los animales juegan juntos sin importar su especie o tamaño.
Y así fue como Sebas el conejito juguetón e inquieto cambió la vida de Lola la lobita solitaria para siempre. Juntos demostraron que con amor y amistad podemos superar cualquier obstáculo y construir un mundo mejor donde todos sean aceptados tal como son.
FIN.