Amistad en el Bosque



Había una vez en un hermoso granero, una gallina llamada Carmencita. Carmencita era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba fuera del granero, se perdió en el bosque.

Carmencita caminaba sin rumbo fijo, buscando el camino de regreso a casa. Pero por más que intentaba recordar el camino, todo parecía verse igual. Estaba tan preocupada y asustada que comenzó a llorar.

En ese momento, escuchó un ruido extraño proveniente de los arbustos cercanos. Se acercó lentamente y descubrió a un pato solitario llamado Paco. Paco también había perdido su camino y no sabía cómo volver al lago donde vivía. —"Hola" , dijo Carmencita con voz temblorosa.

"Hola" , respondió Paco sorprendido por encontrar compañía en medio del bosque. Ambos compartieron sus historias y decidieron ayudarse mutuamente para encontrar el camino de regreso a casa. Juntos, emprendieron un emocionante viaje por diferentes paisajes: desde altas montañas hasta extensas praderas.

En su travesía, Paco le mostró a Carmencita cómo nadar en los lagos y ríos como lo hacían los patos. La gallina aprendió rápidamente y disfrutaba chapotear en el agua junto a su nuevo amigo.

Un día, mientras cruzaban un campo lleno de flores coloridas, se encontraron con una familia de conejos jugando felices entre las margaritas. Los conejitos les contaron sobre la importancia de trabajar juntos para construir madrigueras y cuidarse unos a otros. "¡Qué interesante!", exclamó Carmencita.

"Me gustaría aprender más sobre cómo vivir en comunidad". Paco sonrió y le dijo: "Vamos a la granja de mi tío, allí podrás conocer a muchos animales que viven en armonía".

Así, Carmencita y Paco llegaron a la granja del tío de Paco. Allí conocieron a vacas amigables, ovejas juguetonas y cerdos traviesos. Todos los animales les enseñaron sobre el trabajo en equipo y la importancia de cuidar el medio ambiente.

Carmencita se dio cuenta de lo valioso que era tener amigos con quienes compartir experiencias y aprender cosas nuevas. Agradecida por todo lo que había aprendido, decidió quedarse en la granja para ayudar a los demás animales.

Los días pasaban y Carmencita se convirtió en una gallina muy especial para todos. Con su curiosidad infinita e historias emocionantes, inspiraba a los demás animales a seguir explorando el mundo juntos.

Y así fue como Carmencita, la gallina curiosa, encontró su hogar en la granja junto con sus nuevos amigos. Juntos recorrieron el mundo compartiendo alegrías, aventuras y aprendizajes inolvidables. Desde entonces, todos los animales valoraban las diferencias entre ellos y trabajaban unidos para hacer del mundo un lugar mejor.

Y cada vez que alguien preguntaba cómo lograban llevarse tan bien, simplemente respondían: "Es fácil cuando te abres al amor y la amistad como lo hizo Carmencita".

FIN.

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