Amistad en la Luna Llena


Había una vez, en un mundo mágico y encantado, una bruja llamada Luna. Luna era muy poderosa y siempre había vivido sola en su castillo, sin amigos ni familiares que la acompañaran.

Pero un día, mientras paseaba por el bosque, encontró a una hermosa sirena llamada Marina. Marina nadaba felizmente en un arroyo cristalino cuando de repente sintió algo extraño. Al mirar hacia arriba vio a Luna flotando sobre ella con su varita mágica en mano.

Sin saber qué hacer, Marina se quedó quieta mientras la bruja hechizaba su cola convirtiéndola en piernas. "¿Qué me has hecho?", preguntó Marina asustada. "No te preocupes", dijo Luna con una sonrisa malvada. "Solo quería hacerte mi amiga".

Marina no estaba segura de querer ser amiga de alguien que la había transformado sin su consentimiento, pero pronto descubrió que Luna era más divertida y cariñosa de lo que parecía.

Un día mientras caminaban juntas por el bosque encontraron a un unicornio solitario llamado Arcoíris. Él también había sido víctima del hechizo de Luna y ahora tenía piernas como cualquier otro animal terrestre.

Los tres se hicieron amigos rápidamente y comenzaron a explorar juntos todos los rincones del bosque encantado. Mientras tanto, Luna continuaba practicando sus hechizos para mejorar sus habilidades mágicas. Pero pronto las cosas comenzaron a complicarse cuando Arcoíris confesó estar enamorado de Marina y ella no sabía cómo sentirse al respecto.

Luna, quien observaba todo desde lejos, decidió que era hora de intervenir. "¿Por qué no prueban un hechizo del amor?", sugirió Luna con una sonrisa en su rostro. Marina y Arcoíris aceptaron sin saber las consecuencias.

Pero cuando el hechizo se realizó, algo extraño sucedió. En lugar de enamorarse el uno del otro, Marina y Arcoíris comenzaron a sentir atracción por Luna. "No puede ser", dijo Marina sorprendida.

"¿Cómo es posible que estemos enamorados de alguien que nos hizo esto?"Luna se sintió mal al ver lo triste que estaba Marina y se arrepintió de haber hecho el hechizo del amor. Decidió deshacerlo rápidamente para evitar más problemas.

Finalmente, los tres amigos aprendieron una valiosa lección: la amistad verdadera no necesita hechizos ni magia para existir y es importante respetar los sentimientos de los demás antes de tomar decisiones impulsivas.

Desde entonces, Luna decidió ser más cuidadosa con sus poderes mágicos y prometió nunca volver a hacer un hechizo sin el consentimiento de aquellos involucrados. Y juntos continuaron explorando el bosque encantado como amigos inseparables.

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