Amistad entre patitas



Había una vez una bebe muy curiosa y valiente llamada Adhara. Vivía en una casa grande con su mamá, su papá y su primo Ángel.

A Adhara le encantaba explorar cada rincón de la casa y descubrir nuevas aventuras. Un día, mientras jugaba en el jardín, vio al gato de Ángel acercarse lentamente. El gato se llamaba Teresa Pauline y era muy travieso.

Adhara se emocionó al ver a Teresa Pauline y decidió que quería hacerse amiga de ella. Adhara se acercó despacio hacia Teresa Pauline y extendió su manita para tocarla. Pero Teresa Pauline, asustada por la presencia de la bebe, dio un salto hacia atrás y arañó a Adhara sin querer.

"¡Ay!" gritó Adhara mientras lloraba por el rasguño en su manita. Justo en ese momento llegó Ángel corriendo para ver qué había pasado.

Al ver a Adhara llorando, preguntó preocupado: "¿Qué pasó? ¿Estás bien?"Adhara sollozando respondió: "Teresa Pauline me arañó cuando intenté hacerme amiga de ella.

"Ángel levantó a Adhara en sus brazos y le dijo cariñosamente: "Lo siento mucho por lo que te hizo mi gatita, pero debemos entender que los animales pueden tener miedo o sentirse amenazados cuando alguien nuevo se acerca". Adhara secándose las lágrimas asintió con la cabeza mientras miraba a Teresa Pauline escondida detrás de un arbusto. Ángel se acercó a Teresa Pauline y la llamó suavemente.

"Ven, Teresa Pauline, no debes tener miedo. Adhara solo quería ser tu amiga". Teresa Pauline miró a Ángel con ojos llenos de culpa y luego lentamente salió de su escondite.

Se acercó a Adhara y le frotó el lomo contra su pierna, como si quisiera disculparse. Adhara sonrió y acarició a Teresa Pauline con mucho cuidado. "Está bien, Teresa Pauline. Sé que no lo hiciste a propósito". Desde ese día, Adhara y Teresa Pauline se volvieron las mejores amigas.

Jugaban juntas todos los días en el jardín y compartían aventuras emocionantes. Pero un día, mientras jugaban cerca de una fuente en el jardín, un pajarito cayó al agua sin poder volar. "¡Ayuda!" chirriaba el pajarito desesperado.

Adhara rápidamente buscó ayuda y encontró a Ángel. Juntos lograron rescatar al pajarito del agua fría. El pajarito estaba muy asustado pero sano y salvo gracias a la valentía de Adhara y Ángel.

Después del rescate, Adhara se dio cuenta de algo importante: aunque ella había tenido miedo cuando Teresa Pauline la arañó accidentalmente, eso no significaba que debiera dejar de intentar hacer amigos o ayudar cuando alguien lo necesitaba.

Desde aquel día, la casa se llenó de amor y amistad entre Adhara, Ángel, Teresa Pauline y el pajarito rescatado. Y así, Adhara aprendió que a veces las amistades pueden tener comienzos difíciles, pero con paciencia, comprensión y valentía, se pueden construir lazos fuertes y duraderos.

FIN.

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