Amistad Inesperada



En un bosque lleno de árboles altos y frescas corrientes de agua, vivía un zorro llamado Zorrión. Zorrión era conocido por ser un mentiroso compulsivo y un ladrón astuto. Robaba las provisiones de los demás animales: las zanahorias de las liebres, las nueces de los ardillas y hasta los pescados de los ríos. Debido a su comportamiento, nadie quería ser su amigo y todos lo evitaban.

Sin embargo, un día mientras Zorrión se daba un festín con algunas zanahorias robadas, conoció a una pequeña coneja llamada Lila. Lila era curiosa yvaliente, y a pesar de que Zorrión podía devorarla en un instante, se acercó sin miedo.

"¿Por qué comiste esas zanahorias?" - le preguntó Lila. Zorrión, sorprendido por la intrépida conejita, respondió.

"¡Porque son deliciosas! Y porque a nadie le importa lo que yo haga".

"Tal vez si fueras sincero, podrías pedir que te las den en lugar de robar" - sugirió Lila suavemente, dando un pequeño salto.

Zorrión se quedó en silencio. Nunca había considerado esa opción.

"¿Y quién diría que sí?" - se burló.

"Probalo" , le dijo Lila con una sonrisa encantadora.

Intrigado por la valentía de la pequeña coneja, Zorrión decidió probarlo. Cada vez que veía a una de las liebres, se acercaba a ellas y, en lugar de robarles, les decía.

"¡Hola! Me gustaría tener algunas zanahorias. Podríamos compartirlas, ¿qué dicen?"

Las liebres, sorprendidas, se miraban entre sí. A pesar de su desconfianza inicial, se dieron cuenta de que Zorrión no había robado más. Las liebres comenzaron a aceptarlo, y con el tiempo, Zorrión se ganó su respeto.

Pero no todo fue fácil, Zorrión tenía que lidiar con su antigua reputación. Había aún animales que desconfiaban de él. Un día, un grupo de zorrinos, que eran primos de Zorrión, llegó al bosque.

"¡Hey, Zorrión! ¿Qué haces con esas liebres? Vos siempre has sido un ladrón, ¡no cambies!" - le gritaron.

Lila, al escuchar esto, salió en defensa de su amigo.

"¡No es un ladrón! Ha cambiado, y es tan amable como cualquier otro".

Los zorrinos se burlaron de Lila, sin embargo, Zorrión tomó una profunda respiración y respondió con firmeza.

"Soy quien quiero ser, y Lila tiene razón. Nunca es tarde para cambiar, y estoy aprendiendo".

Los zorrinos, asombrados, decidieron dejarlo ir. Con el paso del tiempo, Zorrión demostró que sus cambios eran genuinos. Comenzó a ayudar a los demás en el bosque, protegiendo a los más pequeños y compartiendo todo lo que podía.

Los animales, antes temerosos, empezaron a acercarse a él. Zorrión, a su vez, aprendió el verdadero significado de la amistad gracias a la valentía de Lila.

Un día, Zorrión organizó una gran fiesta en el bosque para celebrar su nueva vida.

"¡Gracias, Lila, por creer en mí!" - exclamó mientras invitaban a todos a la celebración.

"Todos merecemos una segunda oportunidad, Zorrión. Nunca dejes de ser quien sos, pero siempre eligiendo lo correcto".

Y así, el bosque fue llenándose de risas y amistades sinceras. Zorrión aprendió que la confianza es un regalo que se construye, y que una pequeña coneja, con su gran corazón, pudo cambiar su vida para siempre.

FIN.

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