Amistad y Respeto en el Mundo Digital
Había una vez en el pequeño pueblo de Teclandestino, un grupo de amigos: Lucas, Sofía y Tomás. Ellos eran conocidos por sus grandes aventuras y su amor por la tecnología, especialmente por internet. Un día decidieron crear un canal de YouTube donde compartirían sus videojuegos favoritos y sus divertidas travesuras.
"¡Vamos a ser famosos!", dijo Lucas entusiasmado.
"Sí, y ayudaremos a otros a divertirse como nosotros!", respondió Sofía con una sonrisa.
"Prometemos ser amables con todos los que nos vean", agregó Tomás, recordando las historias de su abuela sobre la importancia del respeto.
Con mucha energía, los amigos se pusieron a grabar su primer video. Pero mientras subían el contenido, se dieron cuenta de que muchos comentarios negativos y agresivos empezaron a aparecer bajo su video.
"Mirá esos comentarios, son crueles", se quejó Tomás, frunciendo el ceño.
"No dejes que eso te afecte. Hay que ignorarlos y centrarnos en lo bueno", sugirió Sofía, intentando mantener el ánimo.
"Pero no queremos que nadie se sienta mal por ellos", interrumpió Lucas.
Tras un rato de charlar, decidieron actuar. Crearon un video especial explicando cómo ser amables en internet y promover un ambiente positivo en su canal. A través de un divertido juego de roles, mostraron cómo responder a comentarios hirientes con palabras amables.
"Vamos a demostrar cómo hacer que el mundo digital sea más amistoso!", propuso Tomás.
"Y así, podremos ayudar a otros también", agregó Sofía, brillante de entusiasmo.
El video se volvió viral y muchos niños comenzaron a unirse a su movimiento. Esto fue un gran giro en su aventura, ya que sus seguidores empezaron a compartir sus propias historias sobre cómo lidiar con el mal comportamiento online.
Un día, mientras revisaban los nuevos comentarios, Lucas notó uno especial.
"Hey, miren esto...
FIN.