Amor de Abuelos
en el planeta. Dragi se encontraba muy emocionada por conocer a todos los abuelos y abuelas de Upendo, ya que había oído muchas historias maravillosas sobre ellos.
Cuando Dragi llegó al planeta, fue recibida por una simpática abuela llamada Doña Rosa. Tenía el cabello blanco como la nieve y una sonrisa cálida que iluminaba su rostro. Doña Rosa le dio la bienvenida a Dragi y le explicó cómo funcionaba la vida en Upendo.
"-¡Hola, querida! Bienvenida a nuestro hogar. Aquí todos los abuelos y abuelas viven juntos en armonía y felicidad. Nos cuidamos unos a otros y compartimos nuestras experiencias para aprender y crecer", dijo Doña Rosa con alegría.
Dragi se sentía fascinada mientras caminaban por las coloridas calles de Upendo. Cada casa tenía un jardín lleno de flores hermosas y aromáticas, donde los abuelos cultivaban sus propias verduras y frutas. Mientras paseaban, Dragi conoció a Don Manuel, un abuelo apasionado por la música.
Le enseñó cómo tocar diferentes instrumentos como el piano, la guitarra e incluso el violín. "-La música es mágica, querida Dragi", dijo Don Manuel mientras tocaba una melodía dulce en su piano.
"Nos conecta con nuestras emociones más profundas y nos llena de alegría". Después de pasar tiempo con Don Manuel, Dragi se encontró con Doña Martina, una abuela muy creativa que amaba hacer manualidades.
Juntas hicieron collares brillantes con cuentas de colores y pulseras con hilos brillantes. "-Cuando creamos algo con nuestras manos, damos vida a nuestra imaginación", explicó Doña Martina. "Cada pieza que hacemos es única y especial, al igual que cada uno de nosotros".
Mientras Dragi exploraba el planeta Upendo, también se encontró con Don Juan, un abuelo aventurero que le enseñó a hacer senderismo por los hermosos paisajes del planeta. Juntos subieron montañas altas y nadaron en ríos cristalinos.
"-La naturaleza nos enseña sobre la importancia de cuidar nuestro hogar", dijo Don Juan mientras admiraban una cascada impresionante. "Debemos protegerla para que las futuras generaciones puedan disfrutarla como nosotros". A medida que pasaban los días, Dragi aprendió muchas cosas nuevas de cada abuelo y abuela en Upendo.
Aprendió sobre el amor incondicional de Doña Ana, la paciencia de Don Pedro y la sabiduría de Doña Carmen. Un día, Dragi se reunió con todos los abuelos y abuelas en la plaza central del pueblo.
Los rodeaba una energía llena de alegría y gratitud. "-Dragi, querida, has venido a aprender pero también tienes mucho para enseñarnos", dijo Doña Rosa emocionada. "Tu curiosidad y entusiasmo son inspiradores para todos nosotros".
Dragi sintió cómo su corazón se llenaba de emoción al escuchar esas palabras. Se dio cuenta de lo valioso que era compartir conocimientos e historias entre generaciones.
Al finalizar su visita en Upendo, Dragi volvió a la Tierra con un corazón lleno de amor y gratitud por los abuelos y abuelas. Sabía que tenía la responsabilidad de cuidar y aprender de ellos, así como ellos habían cuidado y enseñado a las generaciones anteriores.
Desde aquel día, Dragi se convirtió en una defensora de los derechos de los abuelos y abuelas en su comunidad. Organizó actividades intergeneracionales donde niños, jóvenes y adultos mayores compartían experiencias y aprendizajes.
La historia de Dragi se hizo famosa en todo el mundo, inspirando a muchas personas a valorar y respetar a sus mayores. Aprendieron que cada uno tiene algo especial para compartir, sin importar la edad.
Y así, gracias al sueño mágico de Dragi en el planeta Upendo, el mundo se convirtió en un lugar más amoroso e inclusivo para todas las generaciones.
FIN.