Amor en el Egeo


En una hermosa playa de Grecia, dos amigos de la adolescencia se reencontraron después de muchos años. Se llamaban Ana y Juan y habían sido muy buenos amigos en el colegio.

- ¡Ana! ¿Eres tú? - exclamó Juan al ver a su amiga en la playa. - ¡Juan! No puedo creer que seas tú - respondió Ana emocionada mientras se abrazaban. Después de conversar un rato, decidieron recorrer juntos la ciudad.

Visitando museos, teatros y disfrutando de la deliciosa comida griega. Durante sus paseos, descubrieron que tenían muchas cosas en común y comenzaron a recordar los viejos tiempos. - ¿Te acuerdas cuando nos escapábamos del colegio para ir a comer helado? - preguntó Ana riendo.

- ¡Claro que sí! Y también cuando fuimos al concierto de esa banda que tanto nos gustaba - respondió Juan con una sonrisa.

Con el paso de los días, Ana y Juan se dieron cuenta de que sentían algo más que una simple amistad. Había surgido el amor entre ellos sin siquiera darse cuenta. Decidieron confesárselo mutuamente bajo las estrellas en una noche despejada en la playa. - Ana...

tengo algo importante que decirte - dijo Juan nervioso mientras tomaba su mano. - ¿Qué pasa, Juan? - preguntó ella intrigada. - Me he dado cuenta de que siento algo más por ti... no sé cómo explicarlo pero creo que me he enamorado - confesó él con sinceridad.

Ana quedó sorprendida pero feliz al mismo tiempo. Ella también había estado sintiendo lo mismo. - Yo también siento lo mismo por ti, Juan - respondió Ana sonriendo. Desde ese momento, comenzaron a disfrutar de su amor en Grecia.

Paseaban tomados de la mano, se besaban bajo el sol y compartían momentos únicos juntos. Pero sabían que pronto tendrían que volver a sus vidas normales en Argentina.

Al regresar a casa, decidieron seguir juntos y comenzar una nueva vida como pareja. Pero no todo sería fácil para ellos. Sus amigos y familiares no entendían cómo dos amigos de toda la vida podían enamorarse después de tantos años.

- ¿Cómo es posible que hayan estado tanto tiempo juntos sin darse cuenta del amor que sentían? - decía la gente cuando los veía juntos. Pero Ana y Juan no se dejaron afectar por las críticas y siguieron adelante con su relación.

Se apoyaron mutuamente en todo momento y demostraron que el amor verdadero puede surgir en cualquier momento y lugar. Con el tiempo, sus amigos y familiares aceptaron su relación e incluso los felicitaron por haber encontrado el amor después de tanto tiempo.

Ana y Juan se casaron en una hermosa ceremonia rodeados de sus seres queridos. Y así vivieron felices para siempre, recordando siempre aquel viaje a Grecia donde descubrieron su amor verdadero.

La historia de Ana y Juan nos enseña que nunca es tarde para encontrar el amor si estamos abiertos a nuevas posibilidades y somos fieles a nuestros sentimientos más profundos.

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