Amor en Familia
Había una vez una familia muy feliz compuesta por Mama, Papa y sus dos hijos, Juan y Ana. Mama y Papa se amaban mucho y siempre estaban juntos.
Pero un día, algo extraño comenzó a suceder en la casa. Mama se puso nerviosa cada vez que veía a Papa. No podía dejar de pensar en él ni de sonreír cuando lo miraba.
Y lo mismo le pasaba a Papa, quien no podía quitar los ojos de Mama y siempre buscaba estar cerca de ella. Un día, mientras jugaban todos juntos en el parque, Ana preguntó: "¿Por qué mamá y papá están tan contentos todo el tiempo?".
Juan notó cómo sus padres se miraron con cariño antes de responder: "Es porque nos amamos mucho" -dijo Mamá-. Pero esa noche, después de acostar a los niños, Mamá y Papá tuvieron una conversación seria sobre lo que estaba sucediendo entre ellos.
Se dieron cuenta de que ambos estaban enamorados el uno del otro pero no sabían cómo manejarlo. "No podemos seguir así", dijo Papá. "Tenemos que hablar con los niños". Mamá asintió con tristeza pero sabiendo que era lo correcto.
Al día siguiente durante el desayuno, Mamá habló primero: "Chicos, hay algo importante que queremos decirles". Los niños la miraron atentamente mientras Papá tomaba su mano para apoyarla. "Mamá y yo estamos enamorados", dijo Papá sin rodeos.
Hubo un momento de silencio en la mesa hasta que Juan preguntó: "¿Cómo puede ser eso? Ustedes ya están casados". Mamá explicó que el amor no tiene límites y que a veces las personas se enamoran de alguien inesperado.
"Pero eso no significa que dejemos de quererlos a ustedes", aseguró. Los niños se tomaron un tiempo para procesar la información, pero al final entendieron que el amor entre sus padres era algo hermoso y natural.
A partir de ese momento, apoyaron a Mamá y Papá en su nueva relación. La familia siguió siendo feliz juntos, pero ahora Mamá y Papá estaban más enamorados que nunca.
Y los niños aprendieron una lección valiosa sobre el amor: puede surgir en cualquier momento y lugar, pero siempre hay espacio para compartirlo con quienes amamos.
FIN.