Amor en la Selva



Había una vez, en lo profundo de la selva, un joven llamado Tarzan. Tarzan era un niño salvaje que había crecido entre los animales y conocía todos los secretos de la jungla.

Un día, mientras exploraba el bosque, escuchó una melodía muy diferente a todas las que había oído antes. Intrigado por el sonido pegajoso y alegre de la música, siguió el ritmo hasta llegar al borde del bosque.

Allí vio a Jane bailando al ritmo de una cumbia villera en su humilde hogar. Jane era una chica valiente y luchadora que criaba sola a su pequeña hija María. Tarzan quedó fascinado por la energía y alegría de Jane.

Sin pensarlo dos veces, decidió acercarse para conocerla mejor. "-Hola, soy Tarzan", dijo tímidamente. Jane se sorprendió al ver a este extraño joven vestido con hojas y ramas acercándose hacia ella. "-¡Hola! Soy Jane", respondió con una sonrisa curiosa.

A pesar de sus diferencias culturales y apariencia exterior, Tarzan y Jane comenzaron a pasar tiempo juntos cada día.

Se enseñaban mutuamente sus mundos: Tarzan le mostraba cómo trepar árboles y comunicarse con los animales; mientras que Jane compartía con él las costumbres urbanas e historias sobre su vida en la ciudad. Con el tiempo, ambos se enamoraron profundamente el uno del otro. Pero no todo serían flores en esta historia...

Un día, cuando María desapareció misteriosamente en medio de la jungla, Tarzan supo que debía utilizar todas sus habilidades para encontrarla. Tarzan rastreó a María hasta una cueva oculta en lo más profundo del bosque, donde un grupo de monos traviesos la había llevado.

Con astucia y valentía, Tarzan rescató a María y la devolvió sana y salva a su madre Jane. Jane estaba profundamente agradecida por el coraje de Tarzan y cómo había protegido a su hija.

A partir de ese momento, ella supo que quería pasar el resto de su vida junto a él. El día de la boda llegó rápidamente y todos los animales de la selva se reunieron para celebrar este amor único entre Tarzan y Jane.

La música villera llenaba el aire mientras los invitados bailaban al ritmo festivo. A medida que pasaban los años, Tarzan continuó enseñándole a Jane sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a todos los seres vivos.

Juntos, trabajaron para preservar la belleza natural del bosque y educaron a las personas sobre la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.

Y así fue como esta historia llena de giros inesperados terminó con un final feliz: Tarzan encontró el amor en una chica villera llamada Jane, se convirtió en un padre cariñoso para María y juntos inspiraron al mundo entero con su amor incondicional por la naturaleza y por ellos mismos.

FIN.

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