Amor en Villa Esperanza
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un chico llamado Mateo que vivía con su abuela.
Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, vio a lo lejos a una chica de cabello dorado y ojos brillantes que jugaba con su perro. Mateo quedó cautivado por la belleza de la chica y decidió acercarse. Al llegar a su lado, tartamudeando un poco, le dijo: "Hola, soy Mateo.
¿Cómo te llamas?"La chica sonrió dulcemente y respondió: "Hola Mateo, yo soy Valeria. Mucho gusto". Desde ese momento, Mateo sintió mariposas en el estómago cada vez que veía a Valeria. Pasaban horas juntos hablando y riendo en el parque.
Se convirtieron en grandes amigos y compartían sus sueños e inquietudes. Un día, Valeria le confesó a Mateo que le encantaba pintar pero no tenía los materiales necesarios para hacerlo.
Sin dudarlo ni un segundo, Mateo decidió regalarle un set completo de pinturas y lienzos para que pudiera seguir con su pasión. "¡Valeria! Quiero regalarte esto para que sigas haciendo lo que amas", dijo emocionado Mateo mientras le entregaba el paquete envuelto con cariño.
Valeria no podía creer el gesto tan generoso de Mateo y lo abrazó con fuerza. Desde ese día, pintaron juntos hermosos paisajes y retratos llenos de color y alegría.
Pero un día llegaron noticias tristes al pueblo: Valeria tendría que mudarse a otra ciudad junto a su familia debido al trabajo de sus padres. "No quiero irme", sollozaba Valeria entre lágrimas mientras abrazaba a Mateo. "Yo tampoco quiero que te vayas", respondió él mirándola fijamente a los ojos.
A pesar de la distancia que se avecinaba, prometieron mantenerse en contacto y nunca olvidar los bellos momentos compartidos en Villa Esperanza.
Los años pasaron y ambos siguieron adelante con sus vidas; sin embargo, nunca olvidaron aquel amor inocente nacido en el parque del pueblo donde se conocieron por primera vez. Y aunque la vida los separara físicamente, siempre llevaron consigo el recuerdo imborrable del primer amor encontrado en una tarde soleada donde dos corazones se encontraron para nunca más separarse.
FIN.