Amor en Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, donde vivían Ghelsy y DUVAn, dos jóvenes muy enamorados.

Ghelsy era una chica con una sonrisa radiante y cabello oscuro como la noche, mientras que DUVAn tenía pecas por todo el rostro y unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Ambos tenían la piel trigueña y se conocieron de manera muy especial.

Un día soleado, Ghelsy estaba en una tienda buscando un regalo para el cumpleaños de su hermana menor. Mientras miraba los juguetes, DUVAn entró a la tienda buscando un libro para leer durante las vacaciones. Sus miradas se cruzaron y fue amor a primera vista.

"Hola, ¿necesitas ayuda para elegir un regalo?" -preguntó DUVAn con timidez. "¡Oh, hola! Sí, estoy buscando algo especial para mi hermana. ¡Gracias por ofrecerte a ayudar!" -respondió Ghelsy con una sonrisa. Desde ese día, Ghelsy y DUVAn se volvieron inseparables.

Pasaban horas hablando sobre sus sueños y deseos en el parque del pueblo o paseando por las coloridas calles de Villa Esperanza. A pesar de ser tan jóvenes, su amor era fuerte y sincero.

Con el paso de los años, su relación creció aún más sólida. Celebraron juntos cada aniversario con risas y abrazos interminables. Se apoyaban mutuamente en cada desafío que la vida les presentaba y siempre encontraban la manera de salir adelante juntos.

Sin embargo, cuando cumplían 11 años de noviazgo, algo inesperado sucedió. Una tormenta azotó Villa Esperanza con fuerza devastadora, causando estragos en el pueblo y dejando muchas casas en ruinas. Entre los escombros encontraron a DUVAn atrapado bajo una viga.

Ghelsy no dudó ni un segundo en actuar. Con valentía y determinación logró rescatar a DUVAn antes de que fuera demasiado tarde. Fue un momento angustiante pero también revelador: su amor había resistido la prueba más difícil hasta ahora.

Después de aquel episodio dramático, Ghelsy decidió que era hora de dar un paso más en su relación con DUVAn. En una noche estrellada frente al lago del pueblo, se arrodilló frente a él sosteniendo un anillo brillante en sus manos temblorosas.

"DUVAn, estos 11 años han sido maravillosos junto a ti. Eres mi compañero fiel e incondicional en las alegrías y tristezas. ¿Quieres casarte conmigo?" -dijo Ghelsy con los ojos llenos de lágrimas.

DUVAn quedó sin palabras por unos instantes antes de responder emocionado: "¡Sí! ¡Por supuesto que quiero pasar el resto de mi vida contigo!"Y así fue como Ghelsy y DUVAn sellaron su amor eterno bajo el cielo estrellado de Villa Esperanza ante todos sus amigos y familiares emocionados.

Desde entonces, cada vez que alguien les preguntaba cuál era su secreto para mantener viva la llama del amor después de tantos años juntos; ellos respondían al unísono: "Con paciencia, comprensión mutua y sobre todo mucho cariño".

Y es que sabían que el verdadero amor puede superar cualquier obstáculo si ambos están dispuestos a luchar juntos por él. Y colorín colorado este cuento ha terminado... ¡Pero su historia apenas comienza!

FIN.

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