Amor entre páginas
Había una vez en un pequeño pueblo argentino, dos adolescentes llamados Martín y Sofía. Ambos estaban en la misma escuela secundaria y compartían algunas clases juntos.
Aunque se conocían desde hace años, nunca habían hablado mucho hasta que un día el destino decidió intervenir. Un viernes por la tarde, Martín y Sofía coincidieron en la biblioteca del pueblo mientras buscaban libros para hacer sus tareas.
Al acercarse a la misma estantería, sus manos se rozaron accidentalmente al alcanzar el mismo libro. - ¡Ups! Perdón - dijo Martín sonrojado mientras recogía el libro del suelo. - No te preocupes - respondió Sofía con una sonrisa amable.
A partir de ese momento, comenzaron a hablar más y más cada día. Descubrieron que compartían muchos intereses similares como leer, dibujar y ver películas de comedia. Se convirtieron en los mejores amigos muy rápidamente.
Con el tiempo, Martín empezó a sentir algo diferente cada vez que estaba cerca de Sofía. Su corazón latía más rápido y sentía mariposas en el estómago cuando ella le sonreía o le tocaba sin querer durante las clases.
Un día, mientras caminaban juntos después de la escuela hacia casa, Martín tomó coraje para confesarle sus sentimientos a Sofía. - Eh... Sofi... hay algo que quiero decirte - tartamudeó nervioso. - ¿Qué pasa? - preguntó ella curiosa pero también un poco nerviosa.
Martín respiró profundamente antes de continuar: - Creo que estoy enamorado de ti. Eres especial para mí y no puedo dejar de pensar en ti. Sofía se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la confesión de Martín.
Luego, con una sonrisa tímida, respondió: - Yo también siento algo especial por ti, Martín. Desde que nos conocimos, me has hecho sentir feliz y especial. A partir de ese día, su amistad se transformó en algo más.
Comenzaron a pasar más tiempo juntos, saliendo al cine y a pasear por el parque. Descubrieron juntos qué significaba el amor y cómo cuidarlo.
Sin embargo, como toda historia tiene giros inesperados, llegó un momento en el que Sofía tuvo que mudarse a otra ciudad debido al trabajo de sus padres. Ambos sintieron mucha tristeza ante la perspectiva de estar separados. - No quiero perderte - dijo Martín con lágrimas en los ojos-.
¿Qué podemos hacer? Sofía le dio una mirada reconfortante y le respondió: - Aunque estemos lejos físicamente, siempre estarás en mi corazón. Podemos mantenernos conectados mediante llamadas telefónicas y mensajes todos los días. Además, si realmente es amor verdadero lo que sentimos uno por el otro, podremos superar cualquier obstáculo.
Martín asintió con la cabeza mientras secaba sus lágrimas. Sabía que Sofía tenía razón y que no importaba la distancia cuando se ama sinceramente.
Así fue como Martín y Sofía continuaron su relación a distancia durante varios años hasta que finalmente pudieron reunirse nuevamente cuando ambos ingresaron a la universidad en Buenos Aires. Descubrieron juntos las alegrías del primer amor adolescente pero también aprendieron que el amor verdadero requiere paciencia, confianza y compromiso.
A lo largo de los años, su relación se fortaleció y creció, convirtiéndose en una historia de amor duradera. Martín y Sofía demostraron que el amor puede superar cualquier obstáculo si ambos están dispuestos a luchar por él.
Y así, vivieron felices para siempre, recordando siempre aquel día en la biblioteca donde sus manos se rozaron por primera vez.
FIN.